El anillo verde de Gasteiz, tantas veces premiado internacionalmente, es en gran parte obra de Luis Andrés Orive, quien ha dimitido de su cargo al frente del Centro de Estudios Ambientales, generando una nueva tormenta política en el Ayuntamiento de la capital alavesa.
El anillo verde de Gasteiz es una especie de cinturón que rodea la ciudad de parques e infraestructuras relacionadas con el medio ambiente. Es el resultado de un largo proceso que públicamente han protagonizado los políticos que han ostentado el gobierno municipal, recibiendo galardones internacionales por ello, pero que ha sido en gran parte obra de Luis Andrés Orive, desde su trabajo al frente del Centro de Estudios Ambientales.
A finales de noviembre Orive presentó su dimisión, y poco después se supo que el director del Observatorio de la Sostenibilidad de Gasteiz, Jorge Ozcariz, no sólo se negó a relevar al director del CEA, sino que solicitó una excedencia. A pesar de algunos intentos de dejar estas dimisiones en el plano personal, parece evidente que en el fondo se encuentran las diferencias en torno al modelo de ciudad.
Para Eguzki, que reconoce a Luis Andrés Orive como «el padre del anillo verde», no cabe duda de que se da un choque entre lo que los distintos gestores municipales han proclamado públicamente y el modelo de ciudad que han impulsado en la práctica. Este colectivo muestra su sintonía con los planteamientos de quienes hasta ahora han dirigido el CEA, y más en concreto ese anillo verde que, aseguran, «encerraba una carga de profundidad, al intentar cerrar la ciudad en torno a ese anillo, para que no se expandiera hacia el exterior».
Apuntan que Orive y su equipo intentaron proteger el norte de la ciudad, «pero justo por ahí pasan las infraestructuras más impactantes, como la autopista Eibar-Gasteiz y el TAV». Ante esa «pérdida del norte», el CEA quiso proteger los Montes de Gasteiz y el sur a toda costa, pero «conocemos al menos quince proyectos que amenazan sus condiciones ambientales».
En esa misma línea incide ANV. Para la formación ekintzale, el fondo del asunto está en que en los últimos años se han cuestionado los esfuerzos de ambos por «proteger el medio rural, la tierra y los espacios al sur de la ciudad no urbanizados y de especial protección». Estos espacios, «de Armentia hasta Aretxabaleta», se ven amenazados, según ANV, «por mucha ave de rapiña que acecha contabilizando los ladrillos por metro cuadrado». Se refiere a la Caja Vital, que «lleva diez años intentando convertir las tierras cercanas a Lasarte en urbanizables y construir sobre ese espacio protegido», y denuncia al PSE que, aun teniendo la presidencia de la Vital y la alcaldía de Gasteiz en sus manos, «continúa sin respaldar a quienes, como el CEA, reclaman coherencia con la declaración medioambiental que se realiza como ciudad».