Ha llegado el momento de dar carpetazo a este absurdo proyecto
2009-12-19
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Desde el grupo ecologista Eguzki, queremos dar a conocer nuestra postura totalmente contraria al proyecto de construcción de otro museo de la marca Guggenheim en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.
La instalación de un museo de estas características supondría un atentado ecológico, con un gran impacto ambiental sin precedentes, en esta Reserva de la Biosfera.
A la gran afluencia de gente que soportan en estos momentos a nuestros más destacados y singulares ecosistemas, de gran valor ecológico, en época estival principalmente, habría que sumar las mas de cinco mil personas que diariamente estiman que visiten este museo. Como consecuencia del impacto que, de construirse, podría suponer esta presión humana, debería considerarse como de insoportable para estos muy frágiles ecosistemas costeros, lo que deriva en un proyecto insostenible social y ecológicamente hablando, e incluso deficitario en términos monetarios sin impulso, respaldo y apoyo público.
Si lo que les sobra son los 200 millones de euros de presupuesto, ya existen otras maneras más ecológicas de regenerar la zona y crear puestos de trabajo. Este proyecto promovido por instituciones con el dinero de todos y todas, es nulo para la rentabilidad social y sostenibilidad de nuestro Urdaibai, suponiendo un respaldo en pleitesía inaceptable para que se instale un trasiego de visitantes que supondría una agresión incalculable e impredecible para esta Reserva de la Biosfera sin capacidad de conservación o regeneración.
Mientras, que se dejen de politiqueos estériles entre Consejería de Cultura del Gobierno Vasco en manos del PSE que se opone al proyecto, y los responsables de la Diputación Vizcaína del PNV que lo apoyan incondicionalmente.
Este macroproyecto lo tenemos que parar entre todos y todas, porque si dejamos la decisión en manos de los jauntxos de este país y de los especuladores que están detrás, como son la BBK, BBVA, Iberdrola y Acerlor Mettal, estamos apañados. Por desgracia, la nula sensibilidad medioambiental de todos éstos está más que demostrada.