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  • Eguzki valora la actividad de la central termica de Pasaia tras su cierre

    2015-02-14
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    pasaiako tximinia 2015 otsailaDesaparece uno de los monumentos a la gestion opaca a la desfachacez y la prepotencia.

    La central térmica de Pasaia era propiedad de la multinacional energética Iberdrola, y se situaba a los pies del monte Jaizkibel, el cual forma parte de la Red Natura 2000. Era la más antigua de Estado español y estaba en funcionamiento desde los años sesenta, utilizando carbón del tipo hulla. En abril de 2008 fue adecuada al régimen actual de autorización de actividades, mediante el otorgamiento de la Autorización Ambiental Integrada1 (AAI).

    La central podía llegar a contaminar y emitir a la atmósfera anualmente tanto como el total del parque móvil de Gipuzkoa. El elevado poder contaminante de la instalación se veía agravado por el riesgo derivado de la utilización de instalaciones antiguas y del emplazamiento de tanques de combustible tan cerca de la población. Fue uno de los motivos por lo que Pasaia encabeza el ranking de municipios con peor calidad del aire de Gipuzkoa desde hace años.

    Una central que todos querían ver cerrada.

    La Consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno Vasco declaró que el cierre de la central era el “elemento clave para hacer frente a las consecuencias del cambio climático, e impulsar al mismo tiempo y de forma decidida las energía renovables”.

    Así, el  Gobierno Vasco incluyó el cierre de la instalación entre sus planes en materia de lucha contra el cambio climático para el periodo 2008-2012. Las Juntas Generales de Gipuzkoa acordaron, el 28 de mayo de 2008, instar a la Diputación Foral para que liderase el proceso de negociación que debía llevar al cierre definitivo de la instalación. Los Ayuntamientos de Pasaia y Lezo presentaron un informe negativo durante el proceso de legalización de la instalación e impugnaron judicialmente la AAI.

    También fueron  numerosas personas particulares afectadas y organizaciones sociales y ecologistas quienes presentaron alegaciones en el proceso de autorización ambiental de la central, con un total de 187 alegaciones.

    Irregularidades en la legalización de la puesta en funcionamiento de la central en 1964.

    En el momento de su puesta en funcionamiento en el año 1964, ya se pone de manifiesto que la instalación no cumple el régimen de distancias aplicable y, por lo tanto, la licencia de actividad se condiciona al cumplimiento de unas medidas de seguridad estrictas.

    Dicho cumplimiento debía acreditarse para obtener el permiso municipal de funcionamiento y esto nunca sucedió. La central funcionó de forma irregular, con una licencia provisional, desde el año 1964 hasta la actualidad, sin que Iberdrola haya acreditado nunca el cumplimiento de los requisitos para evitar riesgos, por lo que nunca obtuvo el permiso de funcionamiento municipal.

    Hay que añadir que, pese a que la central se encuentra a caballo entre los municipios de Pasaia y de Lezo, Iberdrola no siguió nunca ningún procedimiento para legalizar la parte de las instalaciones que se encuentran en este último término municipal.

    En los trámites de  adecuación de la instalación a la normativa de prevención de la contaminación  que entró en vigor en Estado español en 2002, las irregularidades fueron también habituales, hasta el punto de omitirse trámites esenciales para evaluar el potencial nocivo de la instalación, como la evaluación de impacto ambiental, y ni se tuvo en cuenta las competencias municipales.

    No queremos dejar pasar esta ocasión para agradecer el trabajo y la lucha de tanta gente que con el transcurso de  los años han ido denunciando en numerosas ocasiones a esta instalación contaminante, peligrosa e insalubre, y a su impune propietaria. Nuestro agradecimiento a los Comités Antinucleares (Lemoiz), Greenpeace, Termikarik EZ y al propio Ayuntamiento de Pasaia.

    14 de FEBRERO del 2015


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