Las instalaciones deportivas de Irun siguen dañando el especial entorno natural de Txingudi y entorpece la restauración de la naturaleza
2015-11-17
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Martxa por Plaiaundi con Bidasoaldeko Lagunak
22 de noviembre 2015, de 10.30 a 13:00
En la actualidad, la bahía de Txingudi es el reducto de lo que en sus orígenes fue el delta del Bidasoa. Por su situación geográfico-administrativa desde tiempos históricos, y con mayor agresividad en los últimos años, viene sufriendo el deterioro de sus áreas y valores naturales. El acoso urbanístico, junto a infraestructuras como el aeropuerto, zonas ferroviarias, puertos y carreteras, merman considerablemente su espacio vital. No son cosas del pasado, ya que permanecen en el presente y a las que se suman nuevas amenazas. Proyectos de pasarelas, dragados, ferrocarriles y demás, junto a otras actuaciones de restauración que no se cumplen, están impidiendo que este espacio recobre plenamente sus valores y dinámicas naturales, tal y como está comprometido en cumplimiento de las figuras de protección que rigen sobre el lugar: Plan Especial, Red Natura 2000 (Zona de Especial Conservación y Zona de Especial Protección para las Aves) o el Convenio Internacional de Humedales Ramsar.
Uno de los obstáculos que permanece, provocando una grave afección negativa, son las instalaciones deportivas enclavadas en el corazón de Plaiaundi. No solo ocupan una parte importante del terreno que debe revertirse al ecosistema de marisma, sino que además, su actividad es fuente de fuertes perturbaciones a la fauna silvestre. El desmantelamiento de estas instalaciones se lleva postergando desde hace más de dos décadas y, principalmente, es la desidia del ayuntamiento de Irun la que está perpetuando esta situación. Los plazos para la desaparición de estas instalaciones, como las excusas dadas o el aguante de las entidades conservacionistas, se están agotando. El conflicto, lejos de desaparecer, va a subir de intensidad, ya que el traslado de estas instalaciones a otro emplazamiento no tiene visos de hacerse realidad.
La Naturaleza es testaruda, y las fuerzas que desde muchísimo antes de que la especie humana apareciera en el planeta siguen actuando. Así, miles de aves de cientos de especies, siguen apareciendo en Txingudi, desde las que están en paso migratorio a las que eligen nuestro estuario como lugar de invernada o reproducción.
Es obligación de todas y cada una de las administraciones implicadas, desde el Gobierno Vasco, la Diputación Foral y los ayuntamientos de Irun y Hondarribia, poner todos los medios necesarios para que Txingudi alcance su máxima potencialidad ecológica, y la de asociaciones y amantes concienciados de estos valores, el exigírselo encarecidamente.
Plaiaundi es el enclave central de la bahía de Txingudi y cuenta con otras zonas: Desde Higer a las “Gemelas”, pasando por Jaizubia, Belcenia, las islas del Bidasoa y aguas arriba, Lastaola y Alunda. Espacios diferenciados y fraccionados a los que podremos acercarnos en próximas ocasiones.
Visitar Plaiaundi es mucho más que pasear por sus senderos. Si lo hacemos acompañados por quienes movidos por la pasión dejan allí miles de horas de observación, con la calma y respeto que merece la fauna que lo habita, podremos redescubrir sus espacios y especies, un remanso en el ajetreo cotidiano y, a poco que nos dejemos llevar, un vínculo afectivo con el lugar y la convicción de protegerlo.
“No se ama lo que no se conoce, no se protege lo que no se ama”
¡Por la plena restauración ambiental de Txingudi y su biodiversidad!
NOTA: El recorrido llano, cómodo y de poco más de 2 Km., es apto para todo el mundo. Conviene estar atentos a las previsiones del tiempo para llevar ropa adecuada. Si tienes prismáticos, llévalos.
Eguzki Bidasoaldea, Ekologistak Martxan, Itsas Enara Ornitologia, SEO/BIrdLife, Federación AA VV Oiasso 2000, con la colaboración de JM Alquezar, miembro honorario del CVC.