Eguzki considera que el nuevo Plan de Residuos de la Diputación solo busca legitimar la incineradora
2016-06-28
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Infografía de la incineradora de Zubieta ( siempre se les «olvida» dibujar la chimenea).
Eguzki ha presentado un pliego de observaciones al Documento Inicial Estratégico (DIE) sobre el que la Diputación pretende basar el Plan Integral para la Gestión de los Residuos Urbanos de Gipuzkoa 2017-2030 (PIGRUG). La organización ecologista considera que los datos que aporta este documento carecen de fiabilidad. Ello se debe a que no son los datos reales los que justifican la decisión de construir la incineradora, sino la decisión de construir la incineradora la que obliga a presentar unos datos que de alguna manera justifiquen el proyecto.
Para Eguzki, es significativo que el equipo encargado de redactar el nuevo PIGRUG sea el mismo que redactó el de 2002-2016, un equipo dirigido por el ex viceconsejero Xabier Garmendia, que tiene una visión unidireccional del tratamiento de residuos que, casualmente, siempre termina en una incineradora. Pues bien, este equipo erró en sus previsiones de entonces, no solo en lo que a la generación de residuos respecta sino también en las tasas de recogida selectiva. Erró hasta tal punto que los partidarios de la incineradora han tenido que redimensionar el proyecto en casi un 30%. Y, a pesar de un “error” de tal calibre, se le ha vuelto a encargar que haga nuevos cálculos.
Parcela en la que pretende construir la incineradora
Con estos antecedentes, mucho nos tememos que los datos que se nos presentan ahora en el DIE vuelvan a estar alejados de la realidad. De hecho, en contra de lo que se vaticina en este DIE, la generación de residuos está bajando. Así lo señala, por ejemplo, el Observatorio de la Sostenibilidad de Donostia en su informe de 2015. La recogida selectiva va en aumento, a pesar de los pesares, y, en todo caso, está claro que incrementar ostensiblemente su porcentaje es solo cuestión de voluntad política. ¿Por qué, si no, en la Mancomunidad de Debagoiena el porcentaje de recogida selectiva alcanza casi el 80% y en la de Txingudi, en cambio, apenas ronda el 40%? Además, y esto sí que parece raro, el autor del DIE hace los cálculos dando por supuesto que en los próximos años la población de Gipuzkoa aumentará, en clara contradicción con el Eustat y el INE, que prevén un descenso.
En estas condiciones, ¿qué fiabilidad hemos de conceder a los datos de este documento?
Cambio de rumbo con respecto al compostaje
La decisión de construir la incineradora no solo obliga a presentar datos que la justifiquen sino a apuntar estrategias que eviten que le quiten “combustible”, aunque ello vaya en contra del reciclaje y la economía circular. En ese sentido, es muy ilustrativo el cambio de rumbo que los redactores del DIE pretenden impulsar con respecto al compostaje. “La cantidad máxima estará CONDICIONADA por la capacidad de uso y comercialización del compost generado», dicen. El objetivo es claro: desviar una cantidad importante de materia orgánica a biometanización y, a la postre, a la incineradora. No aceptamos que se ponga freno al compostaje con la excusa de que se comercializa poco, cuando tampoco hay demanda alguna de escorias ni cenizas tóxicas procedentes de la incineradora y ello no es obstáculo para apostar por esa infraestructura.
Lapatxeko konpostatzen planta / Planta de compostaje de Lapatx
Incentivos económicos: bonita literatura
En la página 7 del DIE, puede leerse que «se consideran necesarios el impulso de instrumentos de tipo económico como, por ejemplo, el pago por generación o el establecimiento de tarifas por prestación de servicios de gestión de residuos en alta que incentiven la prevención y la recogida selectiva». Desde Eguzki aplaudimos esta literatura, pero no nos queda más remedio que considerarla un ejercicio de cinismo, pues la realidad de las decisiones tomadas este mismo año van en sentido contrario. El Consorcio de Residuos (GHK) ha subido la tasa de gestión del rechazo un 20%. Bien. Pero también ha subido la gestión de los biorresiduos un 92%. ¡Muy mal! Esta decisión solo tiene un objetivo: castigar a los municipios que reciclan mucho y premiar a los que lo hacen poco. Menuda diferencia entre la literatura DIE y la realidad GHK.
Participación y transparencia
En este apartado, merece especial mención la composición del llamado Observatorio de la Prevención de Gipuzkoa (OPG), en el cual no hay ninguna representación de colectivos ecologistas ni ciudadanos. No entendemos cómo la Diputación puede cerrar las puertas de este órgano, al que tanta importancia se le otorga de cara a incidir en la reducción de la generación de residuos, a organismos sociales, que, además de su alto grado de concienciación, pueden ayudar a socializar las medidas que se adopten.
Estas son algunas de las observaciones que Eguzki ha hecho al DIE, en período de exposición pública hasta el pasado viernes. El texto completo puede leerse aquí.