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El Ayuntamiento de Tolosa quiere poner en valor la biodiversidad tan rica que posee el río y crear en la ciudadanía una conciencia de respeto.
El choritejo chico, el avión zapador o el galápago leproso son algunos de los nuevos habitantes del Oria en el tramo de Tolosa. La regeneración del río los últimos años ha favorecido su biodiversidad, propiciando un ecosistema idóneo para el hábitat de algunas especies que hasta ahora no se habían visto en el río Oria. El Ayuntamiento ha iniciado un proceso junto a ambientalistas y ecologistas para divulgar y dar a conocer a la ciudadanía el lujo que supone contar con un río con una biodiversidad tan rica y la necesidad de “cuidar y protegerlo”.
El biólogo tolosarra y técnico de Txingudiko Ekoetxea, Alberto Luengo, insistía ayer en la idea de tener una conciencia de paisaje fluvial en buen estado. “El río no es una foto fija y no podemos gestionar especies, sino gestionar hábitats. Contar en el río con 30 especies de aves es señal de una buena salud ambiental”, declaró.
La transformación que ha experimentado el río Oria en Tolosa en los últimos años es extraordinaria. Basta con echar la vista atrás para recordar cómo las papeleras vertían al río sus residuos sin filtro alguno y constatar cómo ha cambiado la conciencia medioambiental, tanto de la Administración como de la ciudadanía. Aún así, el miembro del grupo ecologista Eguzki, Asier Manso, remarcaba que todavía hay cosas que se hacen mal: “aún se ve mucha basura y muchos plásticos en el río”, apostillaba.
Asier Manso ha pasado horas fotografiando y grabando a las diferentes especies que habitan actualmente en el río Oria en Tolosa. El choritejo chico, el avión zapador o el galápago leproso están catalogados como vulnerables en el catálogo de especies amenazadas. “He visto dos parejas de choritejos chicos, y una de ellas ha procreado, tenemos mucha suerte en Tolosa”, reconocía. Pero el choritejo chico no es la única especie en extinción que habita en el río Oria. Este año se ha podido ver por primera vez a la tortuga galápago leproso. “Es diferente a la tortuga de Florida que mucha gente tiene en su casa y la abandona cuando ya no la quiere. Esta tortuga es más grande y con el cuello largo. Es una especie nueva para mí, he visto este año cuatro y habría que analizar de dónde llega”, explicó Asier Manso. Al avión zapador se puede localizar, sobre todo, en los tubos de desagües de las escolleras, donde anida.
Estos nuevos visitantes llegan atraídos por la buena salud que tiene actualmente el río. “Hemos pasado de una relación de depredación del río, a una coexistecia. Eso ha sido por el empoderamiento que ha tenido el pueblo; porque en Tolosa tenemos la suerte de haber vivido y vivir de cara al río y en otros pueblos no ocurre lo mismo. Es un patrimonio que tenemos todos los tolosarras, porque hemos podido compartirlo ciudadanos, ambientalistas, ecologistas, deportistas, pescadores…”, declaró el biólogo, Alberto Luengo.
Para favorecer la biodiversidad es necesario mantener el río limpio, lo cual no significa, en absoluto, devastar la vida del río. “Muchas veces la gente pide que se drague el río, que se quede como un canal, pero eso no es bueno para el ecosistema. Es necesario retirar la basura que tiramos los humanos, pero si quitamos la vegetación, no estamos limpiando, sino eliminando la vida, ya que los animales la necesitan para alimentarse y para procrear”, declaró el concejal de medio ambiente, Patxi Amantegi.
En este sentido, Alberto Luengo aplaudió la última actuación que se ha llevado a cabo en la zona de Berazubi. “Ha sido una actuación muy correcta, porque el bosque de ribera sigue funcionando y es lo importante. Antes se hacían auténticas talas con el objetivo de limpiar el río”, declaró el biólogo.
El concejal Patxi Amantegi añadió que a medio plazo el objetivo es divulgar a la ciudadanía la riqueza que Tolosa tiene en el río. “Es un pequeño tesoro y para querer algo, es necesario conocerlo. Por ello, queremos plantear diferentes iniciativas en este sentido y organizar una vez al año una actividad para retirar los desechos del río”, avanzó Patxi Amantegi.
Asimismo, el grupo ecologista Eguzki ha solicitado a la Diputación Foral de Gipuzkoa que proteja la zona en temporada de pesca. “La Diputación está dispuesta a tomar medidas y un guarda protegerá las zonas donde habita el choritejo chicos para que los pescadores no puedan bajar. La Diputación regulará la pesca en la época en la que esta especie procrea”, explicó el técnico de medio ambiente, Iñigo Muñoz.