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  • El saneamiento de los ríos continúa acumulando retrasos, porque el Gobierno Vasco no cumple con las inversiones comprometidas

    2016-12-28
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    El Oiartzun a su paso por el barrio de Iztieta, en Orereta, muy cerca ya de la bahía de Pasaia.

    El Oiartzun a su paso por el barrio de Iztieta, en Orereta, muy cerca ya de la bahía de Pasaia.

    Los proyectos de saneamiento pendientes siguen acumulando retrasos, fundamentalmente porque el Gobierno Vasco no realiza las inversiones comprometidas. Eguzki reclama al nuevo ejecutivo de Urkullu que aborde esta cuestión como se merece, empezando por reflejarla en los presupuestos que está elaborando.

    El marco

    Tan evidente como que en las últimas décadas se ha avanzado en saneamiento (solo faltaba que no se hubiese avanzado) lo es que aún son muy numerosos los vertidos de entidad que siguen yendo a parar directamente a cauces públicos, a pesar de que la Directiva correspondiente preveía acabar con ellos para 2000. Esta fecha habla por sí misma de los años de retraso que acumulan algunos proyectos de saneamiento.

    El BOE ha publicado en enero de este año el Real Decreto por el que se aprueba la revisión de los planes hidrológicos, entre ellos el del Cantábrico Oriental, que incluye, básicamente, las cuencas de la CAV “ampliadas”, por decirlo así, pues, en casos como los del Bidasoa y el Urumea, afecta también a territorio navarro.

    El de la regata Mijoa, en Mutriku, es uno de los proyectos de saneamiento pendientes. En la imagen, uno de los vertidos que denunciamos este verano, que tiñeron el agua de blanco.

    El de la regata Mijoa, en Mutriku, es uno de los proyectos de saneamiento pendientes. En la imagen, uno de los vertidos que denunciamos este verano, que tiñeron el agua de blanco.

    Este nuevo Plan Hidrológico incluye un Programa de Medidas que viene a ser una actualización de la hoja de ruta de las políticas públicas en todo lo relacionado con los ríos, incluido el saneamiento.

    El Programa de Medidas enumera las actuaciones que las distintas administraciones tienen previsto desarrollar en los próximos años, divididas en dos períodos: 2016-2021 y 2022-2027. A partir de esa fecha debería entrar en vigor una nueva revisión del Plan Hidrológico.

    Este Programa de Medidas del nuevo Plan Hidrológico, por sí mismo, es un claro testimonio del incumplimiento de los planes de saneamiento, pues repesca muchos proyectos que deberían estar ya ejecutados. Son proyectos que, en general, acumulan un enorme retraso, y lo peor es que, en muchos casos, tampoco parece que se vayan a realizar a corto y ni siquiera a medio plazo. De hecho, el propio Programa cita obras que no está previsto acometer ni siquiera de aquí a 2027.

    El caso de Gipuzkoa

    Los retrasos afectan a los tres territorios de la CAV. Sin embargo, en Gipuzkoa, las diversas administraciones implicadas suscribieron un «Acuerdo Marco» en virtud del cual se comprometían a construir determinadas infraestructuras de saneamiento entre 2007 y 2011. Se trata de un documento que, como veremos, brinda un testimonio tan irrefutable como elocuente sobre los incumplimientos.

    Estos son, no los únicos, pero sí probablemente los principales proyectos de saneamiento pendientes en Gipuzkoa, según el Programa de Medidas del nuevo Plan Hidrológico.

    Fuente: Programa de Medidas.

    Estos proyectos tienen en común que el responsable de su financiación, en unos casos al 100% y en otros al 75%, es el Gobierno Vasco. Tienen en común también que todos ellos están amparados por el Acuerdo Marco 2007-2011. Estamos a punto de estrenar 2017 y, en todo caso, ya se ve que en el Programa de Medidas, la nueva hoja de ruta, ni siquiera está previsto que el grueso de estos proyectos se acometa antes de 2021, como lo atestiguan los 18,9 millones de inversión previstos para el primer período frente a los 31,25 que se aplazan hasta 2022-2027, lo que, al paso que vamos, puede ser tanto como relegarlos sine die.

    El Oria, muy cerquita de Aginaga.

    El Oria, muy cerquita de Aginaga.

    Pero es que, tal y como hemos advertido, los del cuadro ni siquiera son todos los proyectos pendientes. En el Acuerdo Marco también figuraba el saneamiento de Aginaga, para el cual el Programa de Medidas ahora ni siquiera contempla plazo de ejecución. Sí lo cita en la memoria, conjuntamente con otros proyectos pendientes, pero con la siguiente acotación: “los limitados presupuestos disponibles por las administraciones competentes… dificultan la inclusión de estas obras en el horizonte 2021 e, incluso, 2027″. Es decir, el Gobierno Vasco no tiene intención de poner un duro para estas obras, al menos en los próximos diez años.

    No es dinero lo que falta

    Ya hemos visto que el retraso es más que notable. Pero es que, si las partidas que el Gobierno Vasco viene destinando a saneamiento en los últimos años no se incrementan, seguirá acumulándose irremediablemente.

    El pacto de gobierno firmado entre PNV y PSE, entre otras muchas cosas, dice lo siguiente: «Se procederá al desarrollo y ejecución de las infraestructuras hidráulicas de abastecimiento, saneamiento y depuración del agua, de conformidad con la planificación existente». Pero la planificación existente incluye plazos, que, como hemos visto, en muchos proyectos se vienen incumpliendo de manera reiterada. De modo que, salvo que por parte del Gobierno Vasco haya un compromiso presupuestario suficiente, que hasta ahora no ha existido, este apartado del pacto de gobierno quedará en papel mojado.

    Una idea que se repite en el Programa de Medidas del Plan Hidrológico, y que ya hemos visto en el caso de Aginaga, es que los proyectos pendientes se irán ejecutando a medida que haya “disponibilidad presupuestaria”. En esos mismos términos se ha expresado reiteradamente la anterior consejera de Transportes, Ordenación Territorial y Medio Ambiente, Ana Oregi, en diversas comparecencias parlamentarias que ha realizado a lo largo de la legislatura que acaba de terminar. Pero dinero, haberlo haylo, y, en esta cuestión, como en todas, es cuestión de prioridades. Otra cosa es que, como en este año que ahora termina, el Gobierno haya destinado el 72% del presupuesto de inversiones del Departamento al TAV, cuya financiación corresponde además a Madrid. Y, claro, con la “calderilla” que le quede no le llegue para hacer frente a sus propias competencias y, en concreto, a sus compromisos en materia de saneamiento.

    ¿Que el TAV es «estratégico»? ¿Y el saneamiento no lo es? Desde nuestro punto de vista, los proyectos de saneamiento son más que estratégicos, pues son simplemente básicos. Ya sabemos que no son tan glamourosos como otra clase de proyectos. Sin embargo, parafraseando a Bertolt Brecht, nosotros pensamos que, del mismo modo que hay proyectos malos, malísimos y nefastos, también los hay buenos, muy buenos y mejores; y luego están los que, como los relacionados con el saneamiento, son imprescindibles.

    Ziako erreka o Errekabeltz, en Andoain, en el punto en que vierte al Oria.

    Ziako erreka o Errekabeltz, en Andoain, en el punto en que vierte al Oria.


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