Las «deudas» del Gobierno Vasco con el saneamiento de los ríos guipuzcoanos
2017-01-11
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Eguzki ha denunciado recientemente (aquí) que son muchos los proyectos de saneamiento pendientes que siguen acumulando retrasos, fundamentalmente porque el Gobierno Vasco no realiza las inversiones a las que en su día se comprometió. En este sentido, la organización ecologista reclama al nuevo ejecutivo de Urkullu que aborde esta cuestión como se merece, empezando por reflejarla en los presupuestos que está elaborando para 2017.
Los retrasos afectan a los tres territorios de la CAV. Sin embargo, en Gipuzkoa, las diversas administraciones implicadas suscribieron un «Acuerdo Marco» en virtud del cual se comprometían a construir determinadas infraestructuras de saneamiento entre 2007 y 2011. Se trata de un documento que, como veremos, brinda un testimonio tan irrefutable como elocuente sobre los imcumplimientos.
INTERCEPTOR DEL RÍO ZELAI
Entre los proyectos pendientes se encuentra el interceptor del río Zelaio Berastegi, quevierte al Oria en Tolosa. Acumula un notable retraso. Baste pensar que las obras figuraban en el citado Acuerdo Marco interinstitucional para la construcción de infraestructuras hidráulicas en Gipuzkoa en el período 2007-2011. En 2009 se hizo el saneamiento de Ibarra, pero siguen pendientes los trabajos correspondientes a Berrobi, Elduain y Berastegi.
El de la izquierda no es un ojo más de Zubiberri de Tolosa, sino el punto en el que el río Zelai se suma al Oria.
Tan evidente como que en las últimas décadas se ha avanzado en saneamiento (en realidad, solo faltaba que no se hubiera avanzado), lo es que aún son importantes los vertidos que siguen yendo a parar a los ríos sin la preceptiva depuración previa, y el Oria a su paso por Tolosa es un ejemplo excelente tanto de lo uno como de lo otro. En opinión de Eguzki, este hecho debería hacer reflexionar también a algunas personas de la villa guipuzcoana que insisten en solicitar que se ‘limpie’ el río a base de dragarlo y eliminar la vegetación natural que crece en sus riberas, cuando el auténtico problema de limpieza es que siguen sin completarse las redes de saneamiento.
ZIAKO ERREKA, ANDOAIN
En la misma cuenca del Oria, aguas abajo de Tolosa, en Andoain, se encuentra pendiente el sanemaniento de Ziako Erreka o Errekabeltz, quetambién figuraba en el Acuerdo Marco antes citado para la construcción de infraestructuras hidráulicas en el período 2007-2011. Esos trabajos no solo no se han realizado, sino que, según la nueva planificación, aprobada este mismo año que acabamos de dejar atrás, no está previsto acometer el grueso de los mismos hasta el período… ¡2022-2027! En las actuales circunstancias, eso es poco menos que admitir que Ziako Erreka va a seguir vertiendo directamente al Oria sine die. Y no precisamente las aguas residuales de cuatro caseríos aislados, sino las de todas las viviendas e industrias situadas a lo largo de Gudarien Etorbidea, Geltoki, Buruntza, Bazkardo, Kale Txiki, Avenida Gudaris y Ama Kandida. De hecho, este no es el único, pero sí el más importante, sin duda, de los problemas de saneamiento que quedaron pendientes en Andoain tras la entrada en servicio de la depuradora de Aduna en 2013.
Limpiando en auzolan el Oria a su paso por Andoain. Parece claro que el río necestia también otro tipo de limpieza.
AGINAGA
Seguimos aguas abajo, sin salir del Oria, y, en el término municipal de Usurbil, nos encontramos con el saneamiento de Txokoalde y Aginaga pendiente. También esta obra figuraba en el Acuerdo Marco 2007-2011. Entonces el presupuesto rondaba los tres millones. El Gobierno Vasco se comprometió a financiar el 75% y Aguas del Añarbe el 25% restante. Seis años después, Aginaga sigue sin saneamiento y, lo que es peor, el Programa de Medidas del nuevo Plan Hidrolótico, aprobado el año pasado, ha dejado este proyecto fuera de cualquier programación. Sí lo cita en la memoria, conjuntamente con otros proyectos pendientes, pero con la siguiente acotación: “los limitados presupuestos disponibles… dificultan la inclusión de estas obras en el horizonte 2021 e, incluso, 2027″. Es decir, el Gobierno Vasco no tiene intención de poner un duro para estas obras… ¡al menos en los próximos diez años!
Es verdad que Aginaga es un núcleo pequeño, pero, por una parte, la carga contaminante de unos 500 habitantes y unas cuantas empresas no son de desdeñar, y, por otra, las aguas residuales van a parar directamente al Oria, en una Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000. Una ZEC que tiene entre sus principales objetivos mantener la calidad de las aguas y, más en concreto, en su objetivo operativo número 5, cita expresamente la necesidad de acometer el saneamiento de Aginaga.
MIJOA, MUTRIKU
La regata Mijoa vierte directamente al mar, junto a la playa de Saturraran, aunque se adscribe a la cuenca del Deba. En la práctica, es una cloaca en la que los continuos vertidos ahogan la biodiversidad, a pesar de que está incluida en el Plan Especial de Protección del Visón Europeo. Sus efectos se dejan notar en la calidad de las aguas de las playas de Saturraran y Ondarroa, y sus olores afectan a los vecinos de San Jeronimo y Pikupe.
Peces muertos en Mijoa erreka, como consecuencia de uno de los vertidos registrados el verano pasado.
El saneamiento de esta regata figuraba, cómo no, en el Acuerdo Marco 2007-2011, pero el Gobierno Vasco, que es a quien corresponde correr con la mayor parte de la financiación (75%), no lo ha ejecutado. El nuevo Plan Hidrológico, aprobado el año pasado, vuelve a incluirlo en el Programa de Medidas, ahora para 2016-2021, con un presupuesto de 3,6 millones.
A propuesta de Eguzki, el Ayuntamiento de Mutriku aprobó en octubre pasado una moción (aquí) en la que se solicita al Gobierno Vasco que incluya estas obras en el presupuesto de 2017. Basta ya de dilaciones.
MALLABIA-ERMUA, MENDARO, ANTZUOLA Y ELGETA
Entre los proyectos pendientes más importantes que dependen de la inversión del Gobierno Vasco se encuentran varios que afectan a la cuenca del Deba, en concreto, los de Mallabia-Ermua, Mendaro, Antzuola y Elgeta. Todos ellos tienen en común que acumulan un enorme retraso. Baste pensar que, según la Directiva Comunitaria, deberían estar concluidos para 2006. De hecho, los de Mendaro, Antzuola y Elgeta ya aparecían citados, no ya en el Acuerdo Marco 2007-2011, sino en el ¡2003-2006! Sin embargo, no solo no se han llevado a cabo, sino que, según la nueva planificación (ver tabla más adelante), no está previsto acometer el grueso de los mismos hasta el período… ¡2022-2027! Eso, dada la «tradición» de acumular retrasos en esta materia, puede ser tanto como aplazar su ejecución sine die.
PASAI DONIBANE E IZTIETA
Pasamos a la cuenca del Oiartzun. Allí quedan pendientes, a falta de las inversiones comprometidas por el Gobierno Vasco, el saneamiento de Pasai Donibane y el colector de Iztieta, en Orereta. Ambos figuraban en el Acuerdo Marco 2007-2011 y en ambos casos Lakua debía abonar el 75% de la factura y Aguas del Añarbe, el resto.
En el caso del distrito de Donibane se dijo que las obras se iniciarían en 2008, luego en 2009… y así hasta hoy, en que el nuevo Plan Hidrológico se da un nuevo plazo… ¡hasta el 2021! Mientras, las aguas residuales de Donibane siguen yendo a parar directamente a la bahía, sin tratamiento alguno.
Las obras de colector de Iztieta se reprogragaman para el período… ¡2022-2027!
No cabe pensar en una auténtica regeneración de la bahía de Pasaia cuando algo tan básico como la red de saneamiento sigue sin completar.
OIKIA
Terminamos en el Urola, donde nos encontramos con el saneamiento de Oikia, otro que figuraba en el Acuerdo Marco 2007-2011. Esos trabajos no solo no se han realizado, sino que, según la nueva planificación no está previsto acometerlos hasta el período… ¡2022-2027!
Esta tabla resume los proyectos pendientes y las inversiones previstas para los próximos años por el Programa de Medidas del nuevo Plan Hidrológico.
El pacto de gobierno firmado entre PNV y PSE, entre otras muchas cosas, dice lo siguiente: «Se procederá al desarrollo y ejecución de las infraestructuras hidráulicas de abastecimiento, saneamiento y depuración del agua, de conformidad con la planificación existente». Pero la planificación existente incluye plazos, que, como hemos visto, se vienen incumpliendo de manera reiterada. De modo que, salvo que por parte del Gobierno Vasco haya un compromiso presupuestario suficiente, que hasta ahora no ha existido, este apartado del pacto quedará en papel mojado. Ya es hora de que Lakua aborde esta cuestión como se merece, empezando por reflejarla en los presupuestos que está elaborando de cara a 2017.