Estos días que tanto se ha hablado del turismo masivo, de pisos turísticos ilegales, de «turismofobia» y demás, hemos oído una y cien veces el mantra, de boca de los que gobiernan el Ayuntamiento y de los representantes del gremio de hostelería, de que el turismo, por ende la hostelería, es sostenible en Donostia.
Y ayer captamos una imagen que lo corrobora en la calle San Marcial.
Efectivamente, el modelo de hostelería que se está imponiendo en las calles de Donostia es totalmente sostenible. Es tan sostenible que incluso los parasoles se sostienen… sobre el bidegorri.
Ya lo sabéis, queridos bicicleteros, no solo tenéis que aprender a convivir con el peatón, sino que ahora deberéis hacerlo también con las sombrillas de las terrazas.
Y no vamos a hacer el chiste fácil con el nombre del establecimiento, pero nos dan unas ganas…
¿Y dónde están mientras tanto el concejal de Espacios Públicos y la concejala de Movilidad? Nos guardamos la respuesta.
Señores/as políticos/as del Ayuntamiento, esta situación se debe resolver ya, no hace falta siquiera un informe de la UCOM. Los bidegorris no pueden ser una extensión del afán recaudador de hosteleros sin escrúpulos ni vergüenza.
Donostiako EGUZKI, agosto de 2017