Los apeaderos de Renfe-Gipuzkoa se cobran otra vida
2018-01-03
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La lamentable situación de los apeaderos de Renfe en Gipuzkoa es por todos conocida: dificultades de accesibilidad, abandono y, sobre todo, peligro, el peligro de tener que cruzar las vías en superficie, con escasa visibilidad y ningún tipo de aviso sonoro y/o visual.
Esta vez ha sido una joven en Legazpi la que ha perdido la vida al bajarse del cercanías y atravesar la vía para dirigirse a su casa.
Esta es la mortal cuota anual que Renfe cobra en Gipuzkoa a sus usuarios. No se trata de mala suerte, no, ni de un despiste, tampoco. Es el resultado de unos apeaderos que te obligan a pasar en superficie, atravesando las dos vías, y que tarde o temprano se cobran una vida.
Es un problema estructural. Diecisiete estaciones y apeaderos carecen de paso subterráneo o de la suficiente seguridad, problemas que Renfe no tiene prisa en solucionar, porque sus preferencias son otras, como meter el TAV en las capitales, para lo que sobra dinero y presupuesto.
Tampoco a los medios de comunicación parecen preocuparles estos sucesos, “un accidente más», ni a los partidos políticos, que son incapaces de convocar una concentración de repulsa solicitando soluciones técnicas para un problema-peligro que, por desgracia, perioódicamente es mortal.
Desde Eguzki, aunque ya no sirva para tenerla entre nosotros, un abrazo a los familiares y amigas de esta joven.
Para que estos hechos no se vuelvan a repetir, hay solución: mejorar la seguridad y la accesibilidad de Renfe-Gipuzkoa. Solo hace falta darle la importancia que merece. Si no, los usuarios seguiremos pagando la cuota de siniestralidad a la que nos ha condenado Renfe en Gipuzkoa.