Las organizaciones Lurra y Eguzki saludan la reintroducción de dos osas en el Pirineo.
2018-10-26
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LAS ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS LURRA Y EGUZKI SALUDAN LA REINTRODUCCION DE DOS OSAS EN EL PIRINEO..
Camille Pirineotako azken hartz arra izan zen.
El Gobierno francés ha procedido este mes a la suelta de dos hembras de oso pardo en el Pirineo de la comarca del Bearn (Occitània), junto a los valles de Aspe, Ossau y Barétous, en la muga con Euskal Herria y Aragón. Se trata de la primera reintroducción de osos en el Pirineo francés desde 2006, aunque el plan de reforzamiento de sus poblaciones se inició a mediados de los 90. Esta actuación busca ampliar dicha población y facilitar su dispersión ante el declive de la especie. Asimismo, este refuerzo se ha producido dentro del Parque Nacional de los Pirineos, en terrenos de titularidad pública.
El Gobierno francés persigue que las dos hembras liberadas se apareen con los dos machos que sobreviven en el Pirineo occidental, que crezca el censo y se extienda al Pirineo central, para conectar estas dos subpoblaciones. Esto es especialmente importante ya que la madre de uno de esos dos machos fue la última hembra autóctona pirenaica (asesinada en 2004), y este macho es el único oso vivo en los Pirineos que conserva los genes de la población original, y no hay otra opción que posibilitar la transmisión de sus genes.
El oso pardo está protegido, encontrándose catalogado como especie en peligro de extinción, y por ello los planes de gestión aprobados exigen a las Administraciones estatales y regionales que se esfuercen en conseguir la expansión de sus poblaciones. En Navarra disponemos del Plan de Recuperación del oso pardo desde 1996. Por otro lado, se están implementando nuevas ayudas económicas y medios a las localidades y explotaciones ganaderas del entorno beneficiadas de la reintroducción de estos grandes mamíferos forestales.
La última osa autóctona que quedaba en Pirineos murió en 2004 por disparos de un cazador francés, en una batida de jabalíes. Y el último oso macho autóctono (Camille) de Euskal Herria y de todo el Pirineo, que tenía su hábitat también en Roncal y Zuberoa, desapareció en 2010 por causas naturales. En la CAPV, por contra, la última noticia sobre la presencia del oso se tuvo en Urkiola (Bizkaia) en 1871.
El oso pardo en un 85% se alimenta de plantas, frutos e insectos; también es carroñero, caza o come ganado, pero no es algo frecuente. Los dos machos que quedan en la subpoblación occidental, más cercana al Pirineo vasco, no han provocado daños en el ganado en la región de Pirineos Atlánticos desde 2015, aun habiendo 80.000 ovejas en el monte.
Igualmente, ante los graves problemas de que adolecen los escasos contingentes de las poblaciones de oso, lobo, lince, etc. en nuestro continente, la Comisión Europea activó la “Plataforma para la coexistencia del hombre y los grandes carnívoros”, con un plan de acción que prevé recuperar sus poblaciones y restaurar ecológicamente sus hábitats naturales de alimentación, refugio y reproducción. Por todo ello, Lurra y Eguzki instan al Gobierno de Navarra a:
– revisar el Decreto Foral 268/1996, por el que se aprueba el plan de recuperación del oso pardo. Durante muchos años ha habido total pasividad en cuanto a su recuperación por parte de los diferentes gobiernos, aun teniendo el estatus de especie protegida, siendo una obligación legal
– proceder a la restauración de los hábitats naturales que requiere el oso pardo, con zonas de alimentación y refugio suficientes
– implementar importantes medidas de apoyo y adaptación de la ganadería para la convivencia con el oso, tanto de profesionales como de la ganadería de ocio
– Establecer mecanismos ágiles de verificación y compensación de daños por pérdidas económicas generadas por el oso
Lurra y Eguzki solicitan también a la Junta del Valle de Roncal que tenga audacia y que presente una posición proactiva hacia el oso pardo, viendo su reintroducción como una nueva oportunidad socio-económica, tal y como está sucediendo en áreas como Asturias o León.
Cabe remarcar que la mitad de los pastores del valle de Aspe y una parte importante de los alcaldes de la zona osera han firmado con el Fondo de Intervención Eco-pastoral de Pirineos (FIEP) y con la región de Nueva Aquitania un documento pidiendo al Gobierno francés la suelta de las dos osas. Y según una encuesta realizada por 14 asociaciones de vida salvaje, el 73% de los habitantes de la región francesa de los Pirineos Occidentales son favorables a soltar osas en el Bearn.
Finalmente, hay que tener en cuenta que el oso pardo forma parte del patrimonio natural de los Pirineos desde hace casi un millón de años, garantizándose con su presencia la conservación de la biodiversidad de estas montañas. La recuperación parcial del oso pardo en Pirineos (45 ejemplares) y la Cordillera Cantábrica (300 ejemplares) es ya un privilegio del que debemos estar orgullosos, al igual que lo están en Escandinavia, en Alpes, en Rusia o en los Balcanes, donde existen otras poblaciones europeas de este plantígrado.