Eguzki lamenta la pérdida de un martín pescador «urbano»
2019-12-12
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Desgraciadamente, Donostia ha perdido el penúltimo -quizás el último- ejemplar de martín pescador «urbano» con que contaba el Urumea.
Hace unos días encontrábamos dicho ejemplar muerto junto al puente Lehendakari Agirre (5º puente). ¿El motivo? El choque contra las cristaleras del puente.
Los edificios acristalados y las barandillas de cristal son la trampa mortal perfecta para las aves, que, al no detectarlas, mueren estrelladas.
Este ejemplar de martín pescador era probablemente el único ejemplar (junto a su pareja) que recorría a diario el tramo encauzado del Urumea, desde el puente de Astiñene hasta la desembocadura, de ahí el adjetivo «urbano» que le hemos adjudicado.
No es habitual poder observar este ejemplar desde las barandillas que rodean el Urumea. A pesar de no ser un ave extremadamente escasa, sí que está clasificada como de «interés especial» y en el catálogo rojo de aves amenazadas está incluida como «casi amenazada».
Los compañeros de Naturfilms han realizado un vídeo sobre la noticia.
Pero su mayor valor consistía en que se le podía observar en un entorno fluvial totalmente humanizado. Vamos, un regalo para la vista de los peatones.
Lamentablemente, la falta de señalización para las aves en el mobiliario urbano de cristal se está llevando por delante a cientos de aves en Donostia.
Y no solo se trata del peligro de estas cristaleras del 5º puente, otro tanto sucede en el 6º (puente de la Real Sociedad), en el edificio Arcco (municipal) y otros muchos edificios particulares que hay en la ciudad.
Ver al martín pescador volando río arriba y abajo es una auténtica gozada.
Por lo tanto, desde Eguzki solicitamos al Ayuntamiento señalice adecuadamente sus cristaleras municipales , como ya se hizo en el Centro Ambiental de Gladys Enea (Cristina Enea), para reducir en lo posible las muertes de aves por colisión.
En abril perdimos los halcones peregrinos del Buen Pastor por las obras, ahora hemos perdido el martín pescador «urbano» del Urumea por las cristaleras. Es necesario poner freno a estas pérdidas de biodiversidad en la ciudad.
Aunque algunos no lo crean, estos ejemplares pertenecían al Patrimonio Natural donostiarra a conservar.