Vertidos en la vega de Ibaeta o el cuento de nunca acabar
2020-01-27
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Las aguas de la regata de Igara a su paso por la Avenida de Tolosa, a la altura del Nanogune y las universidades, han adquirido reiteradamente un color lechoso y opaco a lo largo de la semana que acaba de concluir.
El miércoles, día 22, presentaban este aspecto:
El viernes, día 25, este:
El sábado 26, este:
Y ayer domingo, día 27, este:
En realidad, los vertidos de las regatas de Igara y Añorga, que confluyen más o menos en este punto y terminan saliendo al mar por Tximistarri, no son puntuales, sino permanentes, crónicos. Son como el cuento de nunca acabar. Eso sí, unas veces, como en este caso, son mucho más visibles que otras.
El saneamiento en esta vega tradicionalmente ha estado muy abandonado. Nos consta que en los últimos años –y quizá especialmente desde que se sospechó que los vertidos de Igara algo podían tener que ver con los episodios puntuales de contaminación por aguas fecales registrados en la playa de Ondarreta–, tanto Ura como el Ayuntamiento han intervenido. Se ha resuelto el problema de los vertidos de algunas empresas que no estaban conectadas o estaban mal conectadas e incluso se ha impermeabilizado parte del colector general. Pero parece obvio que no es suficiente, porque los vertidos persisten.
Ahora bien, tenemos la sensación de que esto que estamos presenciando estos días no es fruto de los vertidos “tradicionales”. No nos cabe duda de que Ura, el Ayuntamiento o ambos deberían explicar públicamente qué ha sucedido o está sucediendo.