Comenzar por transmitir nuestra solidaridad con las personas que sufren las consecuencias de los efectos de las inundaciones (principalmente para quienes se encuentran aguas debajo de los embalses, pero no podemos olvidarnos de las personas que residen aguas arriba), así como agradecer la labor realizadas a lo/as profesionales que han gestionado esta crisis.
El deshielo y las continuas lluvias del mes de noviembre y diciembre, han provocado un aumento importante en los caudales de nuestros ríos principales (Bayas, Zadorra…). En el caso concreto de la cuenca del Zadorra, es necesario asumir como sociedad que (de haber continuado las precipitaciones) hemos estado a 4-5 horas del colapso del Sistema Zadorra (caudal de vertido de 250-300 m3/sg?). Las razones son diversas y complejas pero la falta de resiliencia del territorio ante eventos extraordinarios es evidente.
Desde PZB somos conscientes de la gravedad de la situación y el riesgo al que el territorio ha estado expuesto, y el contexto de emergencia climática actual, consideramos que para aumentar la resiliencia del territorio a las inundaciones, apremia:
– impulsar una nueva cultura del agua, para evitar seguir escuchando (aún en 2021) que la culpa de las inundaciones es la falta de “limpieza” de ríos, como si la naturaleza pudiera ser controlada por el ser humano mediante motas o diques…
–retirada estratégica de las llanuras de inundación e integrar la dinámica fluvial en nuestras herramientas de ordenación del territorio y urbanísticas (DOT, PTS, PGOU…) para evitar repetir los errores del pasado.
– minimizar el riesgo actual, mediante las intervenciones proyectadas y aumentando el espacio fluvial (Ej.: en el caso del Zadorra, redactado hace 20 años, acordado su ejecución hace 10 años, pero que sigue sin finalizar por razones diversas…)
– fomentar sistemas urbanos de drenaje sostenibles (SuSD) porque la desnaturalización de los núcleos poblacionales basados en el hormigón, generan aumentos en los caudales de escorrentía no asumibles por los sistemas de alcantarillado,
– por último, y vista la situación crítica que hemos superado recientemente, realizar una reflexión profunda sobre la gestión del Sistema Zadorra.
Sobre este último, desde PZB aportar a la reflexión que los embalses del Sistema Zadorra (1957), son infraestructuras de una indudable importancia estratégica, pero que tiene grandes carencias en el aspecto ambiental (rompe la conexión longitudinal de un corredor ecológico como es el río Zadorra) y en el aspecto de gestión, el diseño y concesión actual de las infraestructura, nos ofrecen un alcance limitado.
En resumen, es hora de actuar, ya no valen las excusas.
Gasteiz, a 22 de diciembre del 2021