Debido a la enfermedad del hongo marrón en los Pinos Radiata, en amplias zonas de Gipuzkoa y Bizkaia, se están talando pinos masivamente. Cientos de hectáreas. Con el grave impacto ecológico y paisajístico que ello conlleva. Zonas en las que no por casualidad, el porcentaje de arbolado aloctono es superior al 80 % del total.

Ya se han iniciado las obras en Esnabide, en Orereta. Estos trabajos ya han destruido el hábitat de algunas aves, ya que se han realizado durante el periodo de nidificación. En este paraje habitan, entre otros, verderones, jilgueros, tordos y mirlos, y hay árboles de gran porte e importancia, entre ellos robles, castaños y un chopo centenario. Toda esta fauna y flora está en peligro de desaparecer, así como la zona verde muy transitada por los vecinos y vecinas.

Eguzki ha solicitado al Ayuntamiento que quite una gran red que se encuentra enredada en las ramas más altas de unos árboles de Gladys Enea. Razones estéticas aparte, esta red, que se habrá soltado de algún andamio, puede ser una trampa mortal tanto para pájaros como para murciélagos. Por lo que sabemos, la red lleva por lo menos tres meses ahí. Quizá si hubiese llevado adherido algún mensaje reivindicativo, habría desaparecido en 24 horas.

Oarso Irriak y Eguzki, en colaboración con el Ayuntamiento de Errenteria-Orereta, han organizado para este domingo, 1 de marzo, una plantación de árboles autóctonos. Para los interesados, la cita es a las 11 de la mañana, en el aparcamiento de San Markos. El objetivo es pasar un buen día en familia, al tiempo que se promueve el auzolan y el respeto por el medio ambiente.

Han pasado casi 3 años desde que el Ayuntamiento impulsó y permitió la tala masiva de la ladera de Lourdes Txiki. Dado el enorme impacto y las consecuencias, el Ayuntamiento prometió recuperar la ladera y revegetarla. Sin embargo, a día de hoy, todo sigue igual. Por ello, un grupo de voluntarios de las asociaciones Eguzki y Haritzalde han sembrado en el lugar cientos de semillas de árboles autóctonos. Se ha procedido a diseminar semillas recogidas en el entorno de roble pedunculado, fresno y falso plátano en una acción simbólica para recordar esta situación de dejadez.

Eguzki quiere hacer pública la denuncia vecinal que nos hicieron llegar el pasado 23 de agosto; otra tala de árboles sanos en nuestro municipio. Esta vez, se trata de más de cuatro chopos de unos 30 años que estaban en el Hospital de Gurutzeta.

Estos días hemos podido contemplar con estupefacción como en los laterales de carreteras como la N-634, la del Calvario o la de la costa Lekeitio Ondarroa, nuestras diputaciones han realizado una matarrasa de todo tipo de árboles.
Se supone que el motivo es la seguridad vial, con lo que lógicamente estamos muy de acuerdo.
Lo que criticamos es la forma de hacerlo. Sé están talando árboles de decenas de años y realizando graves podas de la misma manera sean pinos y eucaliptos o encinas y robles. Sin tener en cuenta ni la especie ni la belleza del ejemplar,…

El viernes, en la Avenida de Santiago, nuevamente comprobamos con estupefacción que esta Green Capital talaba árboles a diestro y siniestro. Al igual que ha venido pasando en los últimos meses en Las Conchas, en la calle Micaela Portilla, en la calle Lascaray o en Obispo Ballester, esta semana tocaba a los árboles entre los números 19 y 41 de la Avenida de Santiago. Más de 30. No hay razones para su tala.

Recién concluido 2018, el diario digital Donostitik ha querido hacer un balance ambiental a nivel donostiarra y guipuzcoano de lo que ha dado de sí el año a través de una entrevista con Garikoitz Plazaola, miembro de Eguzki. He aquí, el resultado, dividido en dos partes. La primera se centra más en la capital. La segunda, en el conjunto del territorio.

El Ayuntamiento donostiarra ha puesto en marcha esta semana una nueva ofensiva contra el arbolado urbano. En concreto ha eliminado numerosos árboles de las calles Urbieta, Javier Barkaiztegi, Paseo de Mons, Paseo del Arbol de Gernika. . y vaya a saber usted en que zonas más. Como si de una «ofensiva militar» se tratase, ha sacado todas las motosierras disponibles y ha eliminado cerca de una treintena de árboles en la calle Urbieta, casi otros 20 en Barkaiztegi y algunos más en las otras calles citadas.

Mediante un escrito remitido el pasado miércoles día 7 de noviembre, el colectivo Naturkon Gipuzkoa planteó a la Diputación Foral de Gipuzkoa diversas peticiones sobre el hongo que afecta al pino como: qué información toxicológica manejan ahora mismo; qué estudios prevén realizar antes y después del tratamiento anunciado; cómo pretenden compatibilizar dicho tratamiento biocida con la conservación de los hongos en general… La diputación declina contestarnos.

Según Naturkon, las Diputaciones y el Gobierno Vasco nos acaban de anunciar la “Estrategia vasca para la recuperación de bosques de coníferas”, cuando los únicos bosques de coníferas que tenemos en Euskadi son los pinares alaveses de silvestre y el pinar de Dueñas.
A su vez, cuestiona el valor económico (PIB) que se le da desde las instituciones a la actividad forestal.
Y por supuesto, la fumigación masiva de pinares con oxido de cobre por perjudicial.

En Hondarribia, en Jaizubia, se han producido últimamente graves talas de árboles. Tanto la Diputación como Ura han constatado que se trata de talas ilegales y, en consecuencia, han abierto expediente sancionador. El Ayuntamiento de Hondarribia, en cambio, está actuando de manera cuando menos tibia, tal y como han denunciado Eguzki y Bidasoaldeko Lagunak.

Eguzki ha solicitado al alcalde de Hondarribia información sobre una tala de árboles que ha tenido lugar en Jaizubia, en el entorno de Bordaberri. Queremos saber si la tala cuenta con permiso municipal o no. En caso afirmativo, queremos por qué se han talado los árboles; en caso negativo, pedimos que el Ayuntamiento exija la restauración de la zona.

El Ayuntamiento de Donostia ha aprobado el Plan de Acción Klima DSS 2050, que considera un paso “significativo” en el camino “por evitar una alteración climática con consecuencias inmanejables”. Con este motivo, el alcalde ha invitado a diversas personas y colectivos, entre ellos el nuestro, a acudir a un acto que tendrá lugar el 14 de junio, en Gladys Enea, donde se plantará un árbol “que permanezca como recuerdo del esfuerzo de la ciudadanía donostiarra por frenar el cambio climático”. Mucha propaganda, poco compromiso.