Eguzki solicita al Ayuntamiento donostiarra que no permita la proliferación de calefactores en las terrazas
2011-11-28
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El pleno municipal de Donostia debatirá el martes sendas mociones presentadas por el PNV y el PP con el fin de que el Ayuntamiento dé mayores facilidades a los establecimientos hosteleros para la implantación de terrazas en calles y plazas.
Este tipo de instalaciones, según dónde y cómo se establezcan, pueden suponer, sin duda, un peligro cierto de privatización del espacio público, además de generar otros problemas como ruido, suciedad, obstáculos para invidentes? Pero los miembros de Eguzki no vamos a entrar en este momento a analizar esa cuestión. Lo que sí queremos decir es que, del mismo modo que el sentido común exige que una licencia para instalar una terraza no puede implicar que se dificulte el paso a los viandantes o se convierta en el primer peldaño para levantar un chiringuito (o sea, en la práctica, una construcción permanente), tampoco debe llevar aparejado el permiso para colocar calefactores. Desde Eguzki consideramos que el Ayuntamiento debe actuar para que no proliferen los calefactores instalados al aire libre en la vía pública y para que los que actualmente están en ella sean retirados a la mayor brevedad posible. Esta propuesta, que ya realizamos el año pasado, ni es descabellada ni es original, pues ayuntamientos como el de París han sido pioneros a la hora de prohibir los calefactores en las terrazas. Lo han hecho por dos razones: la contaminación que generan y su potencial peligrosidad. Nosotros añadiríamos una tercera: la coherencia. Por coherencia, sí, porque las instituciones públicas llevan años subvencionando medidas para reducir y optimizar el consumo energético. El propio Ayuntamiento desarrolla un Plan de Acción de Energía Sostenible. A tal fin, está renovando sistemas de generación, mejorando la eficiencia energética, sustituyendo luminarias, cambiando ventanas, modernizando electrodomésticos y calderas, promoviendo campañas de sensibilización, etc., y todo ello gastando una gran cantidad de dinero público, tanto municipal como autonómico y estatal. Por tanto, por coherencia, el Ayuntamiento debería evitar la proliferación de calefactores en las terrazas, que no hacen sino consumir grandes cantidades de energía, generando la consiguiente contaminación, con el único fin de calentar inútilmente el aire libre, pues básicamente es eso, y no otra cosa, lo que hacen los calefactores de las terrazas. Si el gobierno municipal pretende compensar a la hostelería de los perjuicios que le haya podido suponer la Ley Antitabaco o considera que debe echarle una mano para ayudarle a capear la crisis, deberá recurrir a otros mecanismos, pero no puede hacer la vista gorda ante unas instalaciones que, como los calefactores, son un despilfarro de energía y perjudican el medio ambiente. Por lo tanto, instamos al Ayuntamiento de Donostia a que por ecología, seguridad y coherencia, adopte las medidas necesarias para evitar que los calefactores proliferen en los espacios públicos abiertos.