En el día de ayer, el ministro Soria afirmó que si no se pusiese en marcha el Almacén Nuclear en Villar de Cañas (ATC), la luz subirá entre un 25 y un 30% el precio de la luz si no hay cementerio nuclear”, advirtiendo que debería detenerse toda la producción de las centrales nucleares
Sería una buena noticia detener toda la producción nuclear, pero ni esta situación deseable, ni cualquier reducción de los grandes productores debe entrañar un incremento de la luz al consumidor, pues no debemos asumir sus costes y mantenimiento de beneficio por parte del estado. Desde lo público no se puede poner la alfombra roja al americano de turno o a la torre de Iberdola, que con nuestros recursos y dinero se lucren para o bien vivir junto a una bomba de relojería sin seguro ni garantía como es Garoña, o bien dejarnos una infinidad de problemas y pozos descontrolados y perjuicios del fracking que tenemos que asumir y correr con los gastos socialmente.
Frente al mirlo blanco de negocio energético que representa la energía nuclear, que oculta todos los daños evidentes, consecuencias y riesgos para la población, hacemos un llamamiento a concentrar todos los esfuerzos posibles para reflexionar sobre el modelo de sociedad, consumo y energía que tenemos, así como a orientar todas las conductas y políticas hacia un modelo energético- sostenible basado en la reducción del consumo, la eficiencia energética y las energías renovables.
Ante los actuales ataques del Gobierno del PP a las iniciativas de nuevos productores o consumidores de energía, es preciso destacar el equivocado modelo de consumo y de producción en manos de grandes corporaciones en vez del autoproductor y autoconsumo, así como en el apoyo de la energía nuclear y especialmente de la reapertura de Garoña, así como del fracking.
La clave esta en el beneficio económico del lobby del Gobierno con sus puertas giratorias y de las corporaciones donde luego acogen a muchos de sus amigos y /o ex compañeros de gobierno, en vez de la búsqueda de ganancias sociales y del interés general. Unas ganancias aseguradas según el gobierno, que pretende asentar el saqueo de las productoras en la factura de la luz, cuando esta es un bien necesario, y además existe sobre producción y castigo a los autoconsumidores y productores no poderosos.
La organización ecologista Eguzki ha denunciado esta vinculación y precio de la luz con sus constantes incrementos con y sin nucleares, para que las tarifas se establezcan sobre la base de los costes reales de la generación energética y los usuarios dejen de ser “víctimas de prácticas oligopolísticas”.
Aunque parezca increíble, las energías más contaminantes son las que menos impuestos pagan, según la Comisión Europea, que presentó recientemente una propuesta de revisión de las normas obsoletas sobre la fiscalidad de los productos energéticos en la Unión Europea .
Hacemos un llamamiento a consumidores, asociaciones de vecinos, organizaciones sociales y ecologistas para que el precio de la luz y luego sobre incrementos de su factura lo identifiquemos en el atropello de una crisis llena de voracidad de los beneficios fiscales y del derroche propio de las grandes empresas. No debemos olvidar que el mercado de la luz es un oligopolio y la competitividad es muy baja y tienen mucho poder para influir en las subidas del precio.
Para Eguzki, es necesaria una “auditoria histórica” del déficit de tarifa y un cambio legal para prohibir “la puerta giratoria, el oligopolio y un cambio social que conlleve un cambio de conciencia y de gestión, de producción y consumo responsable y de respuesta ante este atropello contra nuestros derechos
Por último, Eguzki considera fundamental ejercer una apuesta por otro modelo de economía sostenible y de energía segura y saludable, basada en el ahorro, consumo responsable, apuesta por el aprovechamiento local y comunitario de los recursos.