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  • Eguzki denuncia que el saneamiento de Aginaga ha vuelto a retrasarse y esta vez sin fecha

    2016-04-30
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    El Oria desde el puente de Txokoalde, en dirección a Aginaga.

     Las instituciones acordaron realizar las obras antes de 2011, pero no solo no se han hecho sino que el nuevo Plan Hidrológico ni siquiera las incluye en el programa de actuaciones previsto hasta 2027.

    Las aguas residuales van a parar directamente al Oria, en una Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000.

                La organización ecologista Eguzki denuncia que el Gobierno Vasco ha vuelto a retrasar el saneamiento de Aginaga y Txokoalde y, además, esta vez sin fecha. El nuevo Plan Hidrológico no lo incluye en el Programa de Medidas, en el que se recogen las actuaciones previstas hasta 2027. Sí lo cita en la memoria del Programa, conjuntamente con otros proyectos de saneamiento pendientes, pero con la siguiente acotación: “los limitados presupuestos disponibles por las administraciones competentes… dificultan la inclusión de estas obras en el horizonte 2021 e, incluso, 2027” (Programa de Medidas, página 40). Es decir, el Gobierno Vasco (pues es el Gobierno Vasco el principal responsable en este caso) no tiene intención de poner un duro para estas obras, al menos en los próximos diez años.

    Hay que tener en cuenta que el saneamiento de Aginaga figuraba ya en el Acuerdo Marco interinstitucional para la construcción de infraestructuras hidráulicas en Gipuzkoa en el período 2007-2011. Entonces, el presupuesto rondaba los tres millones. El Gobierno Vasco se comprometió a financiar el 75% y Aguas del Añarbe el 25% restante. Cinco años después, Aginaga sigue sin saneamiento y, lo que es peor, estas obras han quedado fuera de cualquier programación.

    Es verdad que Aginaga es un núcleo pequeño, pero, por una parte, la carga contaminante de unos 500 habitantes y unas cuantas empresas no son de desdeñar, y, por otra, las aguas residuales van a parar directamente al Oria, en una Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000. Una ZEC que tiene entre sus principales objetivos mantener la calidad de las aguas y, más en concreto, en su objetivo operativo número 5, cita expresamente la necesidad de acometer el saneamiento de Aginaga.

    La consejera de Medio Ambiente, Ana Oregi, en una reciente comparecencia en el Parlamento Vasco (http://www.ingurumena.ejgv.euskadi.eus/r49-564/es/contenidos/noticia/2016_03_16_31411/es_31411/index.shtml) afirmó: “La Red Natura 2000 es la apuesta europea más decidida para conservar la biodiversidad”. Pero dijo más: “Cada euro que la Administración vasca destina a proteger la Red Natura 2000 genera más de 22 euros de beneficios”. De estas palabras podríamos deducir que retrasando el saneamiento de Aginaga no solo perjudicamos al medio ambiente, sino que incluso perdemos dinero.

     

    Proyectos poco glamourosos, pero imprescindibles

    Como dijimos recientemente, con ocasión de la entrada en servicio del Interceptor de Lasarte-Oria y Usurbil, que el saneamiento del Oria avanza es indiscutible, tanto como que lo hace con enorme retraso y que todavía son muchos los proyectos pendientes.

    Una idea que se repite en el nuevo Plan Hidrológico es que estos proyectos se irán ejecutando a medida que haya “disponibilidad presupuestaria”. Pero, si no la hay, es porque las instituciones, en este caso particularmente el Gobierno Vasco, tienen otras prioridades, quizá “más estratégicas”, como el TAV. Reconocemos que los proyectos de saneamiento, más que “estratégicos”, son simplemente básicos, y no son tan glamourosos como otra clase de proyectos. Sin embargo, parafraseando a Bertolt Brecht, nosotros pensamos que, del mismo modo que hay proyectos malos, malísimos y nefastos, también los hay buenos, muy buenos y mejores; y luego están los que, como los relacionados con el saneamiento, son imprescindibles.

     

    Eguzki, mayo de 2016


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