Los desagües de las fotos que compoen el cartel no son más que unos cuantos de los muchos que se pueden ver en Donibane. Las aguas negras van a parar directamente al mar.
La ampliación al periodo 2007-2011 del Acuerdo Marco del Agua en Gipuzkoa del periodo 2003-2006, aprobado por todos los organismos con competencias en esta materia, establecía la ejecución de las obras del colector de Donibane. Se fijaba la forma de financiación, asignando el 75% con cargo al Gobierno Vasco y el 25% a Aguas del Añarbe con un coste total aproximado de 4 millones de euros.
Resulta inexplicable que una obra que concita el apoyo de todas las administraciones (en 2012 la calificaron de inexcusable) y de los agentes sociales, pueda sufrir (a día de hoy) seis años de retraso, cuando comprobamos que se ejecutan otras obras con menor grado de consenso y con rechazo social en algunos casos.
Como decíamos, 6 años de incumplimientos (de sus acuerdos y de la legislación vigente en materia de aguas residuales) y más años todavía bombardeándonos con la regeneración de la bahía, ignorando u obviando que la verdadera regeneración empieza por la eliminación de los vertidos de aguas residuales directamente a las aguas de la bahía.
Desde Eguzki estamos convencidos que no podemos estar pendientes de lo que buenamente quieran hacer las instituciones. Su actitud ha quebrado la confianza que podíamos tener,y, por lo tanto, entendemos que debe haber una exigencia clara por parte de la ciudadanía hacia estas instituciones, para que aborden con seriedad los compromisos adoptados en relación al saneamiento de Donibane e inicien YA los trabajos para la construcción de esa infraestructura.