La mancha de gasoil es evidente en esta fotografía.
Los vertidos contaminantes siguen siendo algo cotidiano en Ondarroa. Esta semana, los miembros de Eguzki hemos tenido conocimiento de dos. El primero, de aguas negras, en Kakaleku. Por lo visto, la depuradora ha vuelto a tener algún fallo. El segundo, de gasoil, en el propio puerto. En el puerto hay un montón de cámaras, pero nunca se da con los responsables de los vertidos. La impunidad es total.
Y así seguiremos, mientras no se tomen medidas.
Kakaleku. De no cambiar mucho las cosas, la denominación popular de este lugar perdurará por muchos años.