La Diputación anuncia nuevos proyectos de bidegorri que, en realidad, debían estar ya construidos
2024-07-02
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El diputado de Sostenibilidad, José Ignacio Asensio, anunció el viernes de la semana pasada que su Departamento invertirá 208 millones de euros “en los próximos años” para completar la Red Básica Foral de bidegorris. Un anuncio que, una vez más, llega sin la menor autocrítica y envuelto en la retórica del “compromiso” con el fomento del uso de la bicicleta, la movilidad sostenible y tal.
¿Pero qué hay detrás de este anuncio? El anuncio responde a la presentación en el Consejo de la Bicicleta del documento titulado Evaluación del Plan Territorial Sectorial de Vías Ciclistas de Gipuzkoa y reprogramación de sus actuaciones.
¿Qué es el Plan de Vías Ciclistas de Gipuzkoa? Un Plan que las Juntas Generales aprobaron por unanimidad en 2013 y que preveía la ejecución de los tramos pendientes de la Red Básica Foral de bidegorris para 2021.
¿Y si debía estar ejecutado para 2021, por qué ahora, en 2024, hay que reprogramar sus actuaciones? Porque, tal y como puede leerse en el citado documento Evaluación del Plan Territorial Sectorial de Vías Ciclistas de Gipuzkoa…, “el nivel de ejecución es muy bajo”.
¿Cómo de bajo? Pues de los 289,96 kilometros de la Red Básica Foral previstos solo están disponibles 137,82, o sea, el 47,53%. Ni siquiera la mitad.
¿Por qué? El documento dice que habrá que analizar las causas, pero cita una obvia: la Diputación ha destinado en sus presupuestos mucho menos dinero del necesario, pero es que, además, las partidas que ha consignado no siempre han sido suficientemente ejecutadas.
Esta es la realidad, que desmiente el cuento del “compromiso” de la Diputación con la bicicleta. Asensio está vendiendo “para los próximos años” bidegorris que, en realidad, debían estar ya construidos.
Dadas las circunstancias, es obvio que hace falta esa reprogramación de las actuaciones del Plan de Vías Ciclistas, que, de hecho, ya estaba tardando, pues el horizonte del Plan, como hemos visto, era 2021 y nos encontramos en 2024.
Solo nos queda esperar que, en adelante, la Diputación se tome el asunto más en serio que hasta ahora, lo que, visto lo visto, tampoco parece difícil. Eso sí, eso no se arregla con propaganda y loas a las virtudes de la bicicleta y la sostenibilidad, sino invirtiendo lo que se aprueba en los planes.
En la medida de nuestras posibilidades, trataremos de hacer seguimiento y, como en este caso, aportar claves, para que no se crean que la ciudadanía se chupa el dedo.