En época de crisis energética no la despilfarremos en Navidad
2024-11-28
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Nos estamos acercando a las fechas navideñas y con ello el engalanamiento de nuestras plazas y calles. Ritual que invita a la celebración de unas fiestas tan especiales para mucha gente. Y también una estrategia comercial para animar las compras.
Ambos aspectos, nos guste o no, están muy arraigados y por tanto respetamos y nos parecen legítimos, siempre y cuando se hagan con moderación y en sintonía con una situación social, económica y ambiental difícilmente reconciliables con la despreocupación y ostentación que vemos en estos días.
Podemos comprobar como en los últimos años los grandes centros comerciales están optando por adelantar, cada vez más, la puesta en marcha de los alumbrados navideños así como por aumentar sus dimensiones. Pequeños y medianos comerciantes así como muchos Ayuntamientos están siguiendo esta tendencia.
Como EGUZKI entendemos que las instituciones no pueden actuar con timidez a la hora de arbitrar medidas para frenar el cambio climático. Por el contrario, son las instituciones las que deben dar ejemplo y dictar normas, que no siempre serán bien recibidas por los distintos colectivos afectados, para frenar el elevado ritmo de consumo de energía propio del occidente industrializado. Si no es así, si no se adoptan medidas contundentes, el cumplimiento de los objetivos trazados por los compromisos internacionales adoptados en relación con las emisiones de gases de efecto invernadero serán inalcanzables y, en consecuencia, el cambio climático podría alcanzar magnitudes catastróficas a corto plazo, como ya se ha empezado a demostrar.
Las instituciones deben hacer un uso responsable de la energía para que sean un ejemplo para todas. De esta manera se lograría reducir el consumo energético, siendo beneficioso tanto para el ayuntamiento como para el medio ambiente. Por ello, solicitamos a la Mancomunidad de Lea Artibai que proponga a sus ayuntamientos:
Que el encendido de las luces Navideñas sea del 19 de Diciembre al 6 de Enero, ambos inclusive. Con un horario de 6 de la tarde a 12 de la noche. De hecho, fuera de este horario una parte muy pequeña de la población puede ver las luces, y menos los niños.
Se puede conseguir que el alumbrado navideño funcione de forma independiente al horario de alumbrado público mediante la introducción de temporizadores en el alumbrado navideño.
De esta forma, el consumo bajaría más de un 50% respecto a años anteriores. En consecuencia, se reduciría también en la misma medida la emisión de gases de efecto invernadero.
En estas fechas tan consumistas es especialmente importante recordar a la población la importancia de un consumo crítico, local, responsable y solidario como una vía para poner un freno consciente a la crisis socioambiental que se hace cada vez más visible e incontestable.