En la puerta del parque, reivindicando la oficialidad del nombre Gladys Enea.
El martes, 3 de junio, se cumplirán 46 años desde que un guardia civil mató de un tiro en la cabeza a la ecologista donostiarra Gladys del Estal, en el marco de la represión de una movilización contra la energía nuclear y el campo de tiro de las Bardenas que se estaba desarrollando en Tudela.
Todos los años organizamos por estas fechas un acto en recuerdo de Gladys y, en esta ocasión, ha tenido lugar hoy al mediodía. He aquí, para empezar, unos cuantos vídeos cortos de distintos momentos del homenaje:
Estas fotos que siguen también son representativas del homenaje:
En bici, camino del parque.
Arranca la romería.
Aurresku, ante el monolito de Gladys.
El acto ha congregado a bastantes personas, a pesar de que a la misma hora había una convocatoria en favor de Palestina en Alderdi Eder. De hecho, si no hubiese sido por el ineludible compromiso anual con Gladys, seguramente todos y todas habríamos estado allí.
En todo caso, Palestina ha estado muy presente a lo largo de todo el homenaje.
Lo que sigue a continuación es la intervención de Iñaki Otamendi, miembro del colectivo Bake-Ekintza Antimilistarista y el Centro Dèlas de Estudios sobre la Paz:
Muchas gracias por invitarnos a participar en este acto emotivo y siempre reivindicativo.
Somos miembros de los colectivos Bake-Ekintza Antimilitarista y de la delegación vasca del Centre Delàs, y quisiéramos aprovechar esta ocasión para reconocer en primer lugar la aportación de Gladys y muchas personas de su generación a la lucha contra el militarismo.
Iñaki Otamendi, miembro de Bake-Ekintza Antimilitaristako y de la Delegación vasca del Centro Dèlas de Estudios para la Paz.
Los años 70 y 80 no fueron fáciles para las ideas antimilitaristas, pues eran cuestionadas, por diversos motivos, tanto desde los principales partidos de la derecha como por una parte de los partidos de izquierda, pero a contracorriente se fue forjando un movimiento de crítica al militarismo: ese 3 de junio en el que mataron a Gladys la lucha antinuclear y contra el Polígono de Tiro de las Bardenas fueron de la mano.
Posteriormente en los 80 la protesta contra la OTAN fue muy amplia y años después, la lucha contra el Servicio Militar que se desarrolló en torno a la objeción y la insumisión, aunque partió otra vez de grupos minoritarios, terminó siendo mayoritaria y contando con el apoyo de la sociedad, movimientos sociales, sindicatos y partidos. Así, la “mili “ acabó gracias a muchas de las que estáis aquí.
Por desgracia, el Polígono de Tiro de las Bardenas sigue en pie, y ahora en Europa corren vientos militaristas y se habla de establecer de nuevo el Servicio Militar obligatorio para hombres y mujeres… creemos que hay mucho que aprender de las formas de lucha desobedientes y creemos que hay que rehacer las plurales alianzas que se crearon en las décadas precedentes.
Muchos jóvenes sufrieron la “mili” en el cuartel que queda al otro lado de este parque, y ahora se habla mucho de cómo será la nueva promoción de viviendas de Loiola… pero nadie sabe si habrá un nuevo cuartel en Donostia o en Gipuzkoa. Po eso creemos que es necesario reactivar y reforzar la lucha contra cualquier proyecto de nuevo cuartel.
El cantante Nokono, animando el cotarro.
Gladys, sus compañeros y compañeras, vivieron el apogeo de la guerra fría, y tras la caída del Muro de Berlín pasamos de un mundo dividido en bloques militares al predomino violento de EEUU, donde la dirigencia Europea se sometió mediante la OTAN a los deseos Yankis: ahí tenemos las guerras de Yugoeslavia, Irak, Afganistán… y otros muchos conflictos invisibilizados.
La guerra de Ucrania es consecuencia del choque entre el expansionismo de la OTAN y un Estado Ruso totalmente militarista. Y ahora que Trump quiere cambiar las “reglas del juego”, la dirigencia europea pierde la oportunidad de reflexionar y se embarca en un proceso de militarización salvaje que se basa sobre todo en el aumento del gasto militar y la producción de armas. La guerra la sufre la ciudadanía de Ucrania y Rusia, pero si no nos movilizamos sufriremos aquí el incremento del gasto militar y el recorte de los servicios sociales, educativos, de cuidados y sanitarios.
En Gaza estamos viviendo un genocidio en directo, una situación insoportable, pero las y los dirigentes sólo hablan lastimeramente y no actúan. La razón de ello es que durante décadas Europa se ha hecho dependientes de las “armas probadas en conflicto” de Israel y su tecnología de control social; también hay numerosos proyectos de colaboración con empresas de Israel, y en el caso vasco ahí tenemos, entre otras, a CAF de Beasain con la construcción del tren en los territorios ocupados, la SAPA de los Aperribay en Andoain y el blindaje del carro de combate Dragon, o la empresa SENER de Getxo en proyectos aeronáuticos y de misiles… todas ellas en colaboración con empresas israelíes.
Esther Zabalegi es la jotera de cabecera de Gladys, y este año tampoco ha faltado a la cita.
“La guerra empieza aquí” por los intereses en mantener nuestro modo de vida y los beneficios de unos pocos, pero también es desde aquí donde podemos contribuir a parar la guerra.
Por eso, no podemos aceptar discursos que nos venden la escalada militar europea como una oportunidad de negocio para las empresas vascas: ya en la última década se ha triplicado el número de empresas o entidades que tienen algún programa militar y han superado el número de 200. Por eso, tenemos claro que hay que frenar la incorporación de nuevas empresas a esa lista y también promover la conversión de las actuales empresas militarizadas, convertir la producción bélica en proyectos de producción de uso social que contribuyan a superar el capitalismo.
Vivimos momentos dramáticos, sabemos que es un camino difícil, pero sabemos que buena parte de la sociedad, las y los trabajadores y la mayoría sindical están en contra de la guerra, y que hay una serie de decisiones que sí están en nuestras manos para avanzar en el proceso de desmilitarización. No es solo un deseo, os podemos confirmar que ya estamos trabajando en ese camino, esperamos que pronto os podamos concretar más cosas y vuestra participación, como en la campaña de insumisión que hemos mencionado antes, también será imprescindible, habrá oportunidad u espacio para que cada una haga su aportación.
Muchas gracias a las y los organizadores y a todas vosotras, y como nos enseñó Gladys, que el ecologismo, el feminismo y el antimilitarismo sigan avanzando de la mano en la construcción de una sociedad mejor.
Y hasta aquí la intervención de Iñaki Otamendi. Gracias de veras a todas las personas que hacéis posible que año tras año sigamos organizando el homenaje a Gladys.