Para los presupuestos de 2024, el Ayuntamiento y un grupo de la oposición firmaron un acuerdo que consistía en destinar una partida de 18.000 euros para instalar rejillas metálicas bajo las barandillas colindantes al Urola, que impiden que desechos sólidos, como plásticos y otros contaminantes, lleguen al río, disminuyendo así su contaminación.
El acuerdo estipulaba la colocación de rejillas en los puntos que faltan, desde el aparcamiento situado frente al portal número 41 del barrio de Altzibar hasta el vial que une la calle Juin con el bidegorri Azkoitia-Azpeitia, aproximadamente 840 metros.
Hace unos días, esta organización ha comprobado que no se ha colocado un solo metro para proteger el río Urola- Tan solo han sido colocados 82 metros para proteger la regata Txalon Erreka (frente a la chimenea roja) y 23 metros en el barrio de Altzibar, frente al portal nº 1, para proteger la regata Kattuin. Hay una diferencia significativa entre los aproximadamente 840 metros pactados y los 105 que se han colocado. Esto evidencia que se ha incumplido significativamente el acuerdo firmado.
Un acuerdo en materia de medioambiente no solo implica un entendimiento político; surge de las demandas y necesidades de la ciudadanía. Su inclusión en los presupuestos refleja una respuesta a esas inquietudes, con el objetivo de mejorar su calidad de vida, lo que lo convierte en un pacto con la ciudadanía. También debemos añadir que la firma de este pacto tiene una relación directa con la obligación ética y legal del Ayuntamiento en la protección del medio ambiente, algo que tampoco ha cumplido.
Hemos preparado un vídeo para ilustrar la importancia de colocar rejillas bajo las barandillas. A través de imágenes y ejemplos concretos queremos demostrar que la implantación de estas rejillas es una solución eficaz para paliar este problema en Azkoitia:
Según la Diputación de Gipuzkoa, “se estima que aproximadamente el 80% de los vertidos de basura en el medio marino proviene de tierra, en gran medida por una falta de concienciación pública que genera un vertido incontrolado de los residuos que terminan en los cursos fluviales” y “ello requiere de la toma de medidas que permitan revertir el problema”. Por ello, a primeros de marzo del 2024, un año más, el Departamento de Sostenibilidad puso a disposición de las entidades locales una linea de subvenciones para apoyar la financiación que contribuya a la limpieza de los focos de acumulación de basuras dispersas presentes en los espacios costeros, fluviales y terrestres y también la colocación de elementos que impidan el vertido incontrolado de basuras o que estas alcancen el medio fluvial. El Ayuntamiento solicitó las ayudas, pero solo para la retirada de las basuras del río, y fue subvencionado con el 60% de lo presupuestado.
Después de la retirada de los residuos en algunas zonas del río Urola por parte de una empresa especializada a mediados de abril, el Ayuntamiento nos dice: “Es un grave problema ambiental que requiere, ante todo, una mayor atención y concienciación para evitar que los residuos lleguen al río y acaben en el fondo del mar”. Si el Ayuntamiento reconoce o entiende que tenemos un grave problema ambiental, lo lógico sería implementar medidas concretas para prevenir esa situación. Por ello, la falta de acción por parte del Ayuntamiento puede considerarse, al menos, carente de sentido, incongruente y negligente, ya que solicitan las ayudas e invierte en la limpieza del río contratando a una empresa para ello, lo cual es muy positivo, pero sin embargo no implementa una medida relativamente sencilla que ayudaría a mitigar la entrada de basura en el río, especialmente teniendo en cuenta que existe un acuerdo previo pactado con la oposición. Incluso pudiendo haberse beneficiado, igual que para la retirada de las basuras, de más de la mitad de los 18.000 euros firmados con la oposición en los presupuestos en subvenciones.
El incumplimiento de los pactos firmados con la oposición no es nuevo para este Ayuntamiento. En el año 2022, se acordó destinar 25.000 euros para la retirada de basuras del río. Merece la pena recordar cómo, al mismo tiempo, el Ayuntamiento nos decía que si algo había que destacar de los presupuestos era que ese año “habían aumentado la inversión para la limpieza del río”. En diciembre, esta organización retiró varias toneladas de residuos y denunció públicamente la degradación del río Urola y el incumplimiento del pacto. Otro pacto que se firmó con la oposición fue una partida de 22.000 euros para instalar estas rejillas, pero no se utilizó la totalidad de la partida destinada, es decir, tampoco se cumplió. Es razonable preguntarse si las rejillas colocadas este año se podrían haber sufragado con el dinero sobrante del año 2022; si es así, ¿por qué no se colocaron hace 2 años? De ahí que la falta de acción, un año más, para obtener financiación adicional para instalar estas medidas nos lleva a preguntarnos si el Ayuntamiento tuvo en algún momento la intención de cumplir este pacto. Aquí nuestra denuncia de diciembre del año 2022:
Otra de las cuestiones que el Ayuntamiento debe explicar es con qué lógica u objetivo, de los 84 metros de barandillas colindantes a la regata Kattuin, en el barrio de Altzibar, frente al nº 1, solo han colocado 23 metros de rejillas y de manera intermitente. Es decir, se han instalado algunos metros en ciertos tramos, pero entre esos tramos han dejado pequeños espacios sin rejillas, creando un patrón donde hay pequeños tramos con rejillas y pequeños tramos sin ellas.
En palabras del Ayuntamiento, ‘llegar a pactos con la oposición enriquece la política’. Pero al mismo tiempo, una vez más, no cumple con lo pactado con. En este contexto, nos preguntamos si el Ayuntamiento no está utilizando a la oposición como un instrumento para su beneficio, ya que, al firmar acuerdos y luego no cumplirlos, puede estar buscando una imagen de consenso sin un verdadero compromiso con la participación y el diálogo.
Tras analizar el historial y comportamientos de este Ayuntamiento, tenemos pocas dudas de que este pacto se ha incumplido de manera arbitraria, es decir, porque no ha querido, así de simple. Y que, incluso, firmó este acuerdo sabiendo que no lo iba a cumplir. Con ello incumple valores y principios fundamentales, como la transparencia, la eficacia y la ética en la gestión pública, todo ello a pesar de que, a mediados de abril del año pasado, el Ayuntamiento, al recibir el Sello ELoGE de Excelencia en Gobernanza, se comprometía a cumplir y promover los mismos. Pero para disipar esas dudas y evitar malentendidos, Eguzki solicita al Ayuntamiento que justifique, con información precisa, fundamentada y documentada, las razones por las cuales ha incumplido este pacto, dejando alrededor de más de 700 metros de barandillas sin protecciones, sabiendo que de ahí llegan los residuos contaminando el río.
También solicitamos al Ayuntamiento que explique qué medidas concretas prevé implantar para cumplir el pacto y evitar futuros vertidos de residuos al río.
EGUZKI, enero de 2025