En Hondarribia, en Jaizubia, se han producido últimamente graves talas de árboles. Tanto la Diputación como Ura han constatado que se trata de talas ilegales y, en consecuencia, han abierto expediente sancionador. El Ayuntamiento de Hondarribia, en cambio, está actuando de manera cuando menos tibia, tal y como han denunciado Eguzki y Bidasoaldeko Lagunak.

Eguzki ha solicitado al alcalde de Hondarribia información sobre una tala de árboles que ha tenido lugar en Jaizubia, en el entorno de Bordaberri. Queremos saber si la tala cuenta con permiso municipal o no. En caso afirmativo, queremos por qué se han talado los árboles; en caso negativo, pedimos que el Ayuntamiento exija la restauración de la zona.

El Ayuntamiento de Donostia ha aprobado el Plan de Acción Klima DSS 2050, que considera un paso “significativo” en el camino “por evitar una alteración climática con consecuencias inmanejables”. Con este motivo, el alcalde ha invitado a diversas personas y colectivos, entre ellos el nuestro, a acudir a un acto que tendrá lugar el 14 de junio, en Gladys Enea, donde se plantará un árbol “que permanezca como recuerdo del esfuerzo de la ciudadanía donostiarra por frenar el cambio climático”. Mucha propaganda, poco compromiso.

Este pasado fin de semana una quincena de árboles han sido eliminados en el Paseo García Lorca, justo en su comienzo, junto al tercer puente. Desconocemos los motivos, si es que puede haber alguno, de esta intervención, pero desde Eguzki queremos remarcar la desfachatez del Ayuntamiento donostiarra al elegir la fecha de la celebración de “la hora del planeta” para eliminar estos árboles. No nos queda más remedio que reclamar al Ayuntamiento la inmediata reposición de los árboles talados.

Acabamos de escuchar a nuestro Diputado Foral de Medio Ambiente, señor Asensio, pregonando, en su afán por construir un futuro mejor para Gipuzkoa, la creación de, nada menos, un Instituto para el Cambio Climático. Además de ser puntero en Europa ¡cómo no! nos llevará a una economía verde y teñirá nuestro futuro del color de la esperanza.

Como no queremos ser malpensados –puediera ser una casualidad–, al tiempo que el Diputado proclama su invención, nuestros montes están cambiando de color: del oscuro casi negro del pino están mudando al azul claro del eucalipto australiano.

Hemos podido observar que a lo largo de la franja que separa las dependencias de la Ertzaintza y el bidegorri de Fandería se han talado seis ejemplares de chopo negro (Populus nigra) de gran porte. Preocupados por las actividades que inciden en el medio ambiente, hemos preguntado en el Ayuntamiento y nos han confirmado que para proceder a esa tala se necesita licencia municipal y que tal licencia no ha sido tramitada. Nos preguntamos si ese es el ejemplo que trasmiten al ciudadano en sus obligaciones con la administración pública.

Eguzki considera que, si el gobierno municipal de Donostia se aviene a tramitar un Plan Especial para que en los jardines de Menchu Gal “quepa” la cafetería que con la actual normativa urbanística “no cabe”, estaría “sacrificando parque” en beneficio exclusivo de una actividad hostelera privada, y actuando de una forma difícil de explicar desde el punto de vista del interés público.

No hay mes en el que no se produzca una tala en Donostia, y esta vez han sido dos, una en el Paseo Pío Baroja y la otra en la Avenida de Zarautz, Nuevo expolio al arbolado donostiarra, esta vez para la construcción de un innecesario, caro y no demandado Metro.

Eguzki de Donostia realizó en abril pasado un conteo en los barrios de Gros y el Centro y comprobó que en las aceras había más de 100 alcorques vacíos, sin árbol. Extrapolado este dato al conjunto de la ciudad, llegamos a la conclusión de que faltan no menos de 1.000. Han pasado seis meses y la situación no solo no ha mejorado sino que ha ido a peor. Así las cosas, y sobre todo teniendo en cuenta que entramos en época apropiada para replantar, reclamamos al Ayuntamiento que haga lo que tiene que hacer.