Noticia

• El Movimiento contra la incineración llama a participar en la marcha a Zubieta que ha organizado para el 28 de febrero

  2016-02-13
  Partekatu - Compartelo

  
  

  “Quien tiene cabeza no quiere una incineradora al lado de su casa; quien tiene también corazón no la quiere junto a la casa de nadie” es la reflexión que está en el origen del acto.

  El Movimiento contra la Incineración ha convocado para el próximo 28 de febrero una marcha a Zubieta, concretamente, al paraje en el que la Diputación pretende construir la incineradora.

  Los participantes partirán de distintas localidades y se irán reuniendo por el camino. Finalmente, todos confluirán hacia las 12 del mediodía en Letabide, el lugar de la incineradora. Después se dirigirán a Zubieta, donde, a las 13.00, un acto pondrá fin a la marcha.

  De momento, estas son las citas confirmadas para las distintas columnas que confluirán en la marcha:

  • Andoain, en el mercado, a las 8
  • Zizurkil, en la plaza, a las 8
  • Hernani, en Gudarien Plaza, a las 8.30
  • Añorga Txiki, a las 9.30
  • Lasarte-Oria, en la Plaza Okendo, a las 10.30
  • Zubieta, en la plaza, a las 11
  • Usurbil, en el frontón, a las 11

  Las citas o puntos de reunión principales serán las de Lasarte-Oria y Zubieta.

  En contra de lo que nos quieren hacer creer,  esta partida no está decidida.

  La Diputación ha resucitado el fantasma de la incineradora y, en consecuencia, también ha activado la oposición a este proyecto.

  En enero pasado nos reunimos en Zubieta grupos y personas dispuestas a unir esfuerzos para hacer frente a esta amenaza. Grupos veteranos, junto a otros recién constituidos; personas de las localidades más cercanas a Zubieta, junto a otras de municipios más alejados, pues quien crea que este es un problema que afecta exclusivamente a los vecinos del entorno más inmediato a la incineradora está muy, muy equivocado.

  Grupos y personas diversas, lógicamente, pero que coincidimos en alguas cuestiones básicas. La primera es que la incineradora supone un riesgo tanto para la salud de las personas como para el medio ambiente. La segunda es que, además de ser un sistema caro -el reciente incremento de un 20% en las tarifas del Consorcio de Residuos no es más que una prueba de ello- corta de raíz las posibilidades de seguir avanzado por las vías del reciclaje y la economía circular.

  Pero hay algo más que nos une, y ese algo es la convicción de que, juntos, podemos parar la incineradora.

  Esta convicción es particularmente importante, porque la Diputación lanza continuamente mensajes pretendiendo hacer ver que “esto” es irreversible, que ahora viene el proyecto, luego la adjudicación y, dentro de cuatro años, la planta, inevitablemente, estará echando humo por la chimenea. Lo hacen para que desistamos, para que bajemos los brazos. Pero lo tienen muy difícil, porque este es un mensaje que ya escuchamos antes, y no una ni dos veces. Lo escuchamos cuando quisieron construir la incineradora en Zaldunborda, luego en Landarbaso, después en Urnieta y, más tarde, en Aritzeta. Siempre intentaron convencernos de que la decisión era irreversible, de que tenían 31 y además estaban de mano. Y puede que así fuera, pero no lo consiguieron. Ahora vienen con la misma cantinela y, conocidos los antecedentes, empezamos a preguntarnos si, en lugar de dirigir ese mensaje a la sociedad, no se lo están dirigiendo a sí mismos, en un intento de autoconvencerse de que “esta vez sí que sí”.

  Sea como fuere, nosotros sabemos que la partida sigue y hemos decidido jugarla juntos. La marcha del 28 de febrero no es sno consecuencia de esta decisión.

  

  
  

  Partekatu - Compartelo