Noticia

  • Berriztu!, movimiento social para impulsar otro modelo energético en Araba

    2016-11-24
    Partekatu - Compartelo

    BERRIZTU-ren prentsaurrekoaEl nuevo proyecto para la extracción de gas Armentia-2, ubicado en las inmediaciones de Subijana de Álava y tramitado por la misma empresa pública que cursó las solicitudes de pozos de fracking, da continuidad a los insistentes planes para comenzar a extraer gas del subsuelo de nuestro territorio. Esta situación pone sobre la mesa varias cuestiones fundamentales que debemos abordar sin más dilación.

      Los problemas del crecimiento infinito en un planeta finito
    Cada vez son más numerosos y compartidos los mensajes que nos advierten de que el crecimiento económico continuado bajo la lógica de este sistema está llevando a la humanidad y al planeta al borde del colapso, ya que la búsqueda de la acumulación y el beneficio privado, que exige seguir aumentando el uso y consumo de recursos naturales, choca con los límites físicos y biológicos del planeta.
    La situación está llegando al límite por la acumulación de problemas que están aflorando. La crisis de múltiples dimensiones que padecemos hoy día (social, energética, ambiental, económica, de cuidados, de derechos), se caracteriza, en lo ambiental, por un
    agotamiento creciente de los recursos naturales, por una evidente degradación de los ecosistemas y por una alteración sin precedentes de los equilibrios naturales, no solo en un ámbito local o regional como en el pasado, sino también por primera vez en el sistema
    ambiental global, cuya manifestación más evidente es el cambio climático.
    El modelo energético, que subyace y responde al modelo económico, está también en crisis. El fin de la era de los combustibles fósiles de fácil acceso, está provocando una expansión constante de las fronteras extractivas, para explotar los recursos cada vez más
    lejos, más hondo, más agresivamente, más destructivamente.
      Y después del fracking, ¿qué?
    El fracking llegó a Euskal Herria en este contexto. Tras devastar amplias zonas de EEUU con ésta técnica, sus promotores trataron de implantarse en amplias zonas de la cuenca vasco-cantábrica, especulando con la posibilidad de hacer negocios. Algunos años
    después, la fuerte contestación social unida a un entorno económico desfavorable para los perforadores, ha provocado que los proyectos hayan caído. Las empresas que prometieron la prosperidad se están marchando por la puerta de atrás. ¿Todas? No, algo queda.
    El Gobierno Vasco, a través de la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi (SHESA), ha perseguido perforar el subsuelo buscando gas durante mucho tiempo. Ahora buscan extraer gas en formaciones NO convencionales con métodos que se dicen convencionales. La amenaza ha cambiado de nombre, pero los nuevos trabajos también
    generarán numerosos impactos ya que se tendrán que perforar cientos o miles de pozos en el territorio para completar los planes de los perforadores.
      Berriztu! Para responder frente a esta situación
    Más allá del debate en torno a los proyectos concretos y a la técnica hay un problema energético y medioambiental que debemos afrontar. La situación es lo suficientemente grave como para exigir que los presupuestos públicos no subvencionen inversiones en un
    modelo energético basado en los combustibles fósiles. Esas inversiones han de ir destinadas a liderar una transición urgente a una economía baja en carbono; apostando por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, reducir el consumo energético y
    fomentar las energías renovables. La apuesta pública por el gas como energía de transición profundiza en la crisis y compite directamente con ese otro modelo renovable, retrasando durante unos valiosos años el cambio necesario.
    Por todo lo anterior, el movimiento BERRIZTU! nace con un triple objetivo:
    • Paralizar los proyectos de extracción de gas a través de la movilización social y de diferentes iniciativas encaminadas a las instituciones.
    • Concienciar a la población de la inconveniencia de insistir en caminos energéticos equivocados, buscando para ello alianzas con otras organizaciones concienciadas de los problemas a los que nos enfrentamos.
    • Reflexionar sobre los cambios necesarios del modelo energético actual para poder realizar propuestas y trabajar sobre ellas.

     


    Partekatu - Compartelo