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• Eguzki solicita al nuevo gobierno que no exima a Iberdrola de su obligación de restaurar Lemoiz

  2018-06-27
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  Eguzki ha solicitado al nuevo gobierno de Pedro Sánchez que no exima a Iberdrola de su responsabilidad en la restauración ambiental de los terrenos de la central nuclear de Lemoiz y que actúe con transparencia en el traspaso de estos a las instituciones vascas.

  En sendas cartas remitidas a las ministras de Hacienda y Transición Ecológica, Eguzki recuerda que, sea cual sea el uso final que se dé a esos terrenos, van a requerir ineludiblemente de una restauración ambiental y, desde el punto de vista del interés público, no existe ninguna razón para eximir a la compañía eléctrica de sus responsabilidades en esa materia.

  Entre las cláusulas del acuerdo suscrito en mayo de 2017 entre el PP y el PNV para apoyar los Presupuestos Generales del Estado, figuraba la de “ceder de manera inmediata a las instituciones vascas los terrenos que actualmente ocupa la central nuclear de Lemoiz”.

  Sin embargo, antes de que el Estado pueda transferir estos terrenos a las instituciones vascas, debe finiquitar la cesión que en los primeros 70 hizo a Iberduero, hoy Iberdrola, para construir la central nuclear.

  En abril pasado, informaciones periodísticas apuntaban a que el Ministerio de Hacienda del Gobierno Rajoy habría rubricado ya un acuerdo con la eléctrica por el cual los terrenos cedidos revertían al Estado y, paralelamente, la compañía quedaba exenta de cualquier obligación de restaurar la cala.

  Aunque estas informaciones periodísticas eran, sin duda, verosímiles, Eguzki no ha podido constatar documentalmente que este acuerdo se haya verificado. No nos parece normal la falta de transparencia que existe en torno a este asunto y estamos convencidos de que al nuevo gobierno tampoco debe parecérselo, de ahí que hayamos remitido las cartas solicitando una explicación sobre el estado de la cuestión.

  

  Por lo demás, Eguzki sigue reclamando para Lemoiz un uso coherente con su historia. ¿Qué quiere decir eso? Pues quiere decir que lo que corresponde es restaurar ambientalmente la cala de Basorda y dedicarla a un uso público, quizá mediante la habilitación de un parque como lugar de memoria. Y con estos objetivos debería ser compatible y a ellos debería estar supeditado cualquier otro proyecto que pretenda desarrollase en ese espacio, incluida la macropiscifactoría que ha anunciado el Gobierno Vasco. En todo caso, y esto es tan importante o más que lo anterior, la decisión sobre lo que finalmente se haga no debería ser unilateral, sino basarse en el mayor consenso político y social posible, pues la memoria, si para algo ha de servir, ha de ser para casos como este. A este pack (restauración/uso público/decisiones compartidas) es a lo que nos referimos cuando reclamamos para Lemoiz un uso coherente con su historia. Y la falta de transparencia, tan ligada a la historia de la central, no ayuda absolutamente nada.

  Eguzki, junio de 2018

  
  

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