Noticia

  • El proyecto Chillida Bidea deja en evidencia el retraso que acumula el bidegorri Errekalde-Galarreta

    2023-05-04
    Partekatu - Compartelo

    Es verdad, no hay manera segura de acudir a Chillida Leku andando o en bici. Ahora bien, si este bidegorri es estratégico es porque permitirá conectar las redes del valle del Urumea con las del Oria y la costa.

    Es verdad, no hay manera segura de acudir a Chillida Leku andando o en bici. Ahora bien, si este bidegorri es estratégico es porque permitirá conectar las redes del valle del Urumea con las del Oria y la costa.

    El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Donostia, Jon Insausti, ha dado a conocer las líneas generales de Chillida Bidea, una ruta peatonal y ciclista que, con ocasión del Año Chillida (2024), se pretende que una el Peine del Viento con Chillida Leku.

    En realidad, esta ruta ya existe, salvo en su tramo final, pues Chillida Leku carece de acceso peatonal y ciclista, lo que el proyecto pretende solventar negociando con el Ministerio de Defensa que permita el paso a través de los terrenos de la yeguada militar de Lore Toki. La verdad es que esta es la única novedad que incorpora la ruta y, aunque no se diga explícitamente, lo hace porque el proyecto de bidegorri entre Errekalde y Galarreta, llamado a solucionar, entre otros problemas, la accesibilidad peatonal y ciclista a Chillida Leku, sigue acumulando retrasos.

    En efecto, el bidegorri Errekalde-Hernani (Galarreta) es uno de los muchos contemplados en el Plan de Vías Ciclistas de Gipuzkoa que siguen pendientes, a pesar de que debían estar ya en servicio. Este en concreto, desde 2021. Es más, así como de otros bidegorris se había venido publicando a lo largo de los años de vigencia del Plan algún tipo de información, este entre Errekalde y Galarreta parecía haber quedado incluso fuera del radar del departamento foral de Movilidad, que dirige o ha dirigido hasta ahora la diputada Rafaela Romero. Sin embargo, hace algo más de dos años, y para nosotros de manera sorpresiva, pasó a primer plano, al parecer tras una conversación entre el diputado general, Markel Olano, y la directora de Chillida Leku, Mireia Massagué. Esta lo reclamó abiertamente en una entrevista publicada en DV el 24 de enero de 2021: “La ausencia de una comunicación más fácil es la principal barrera que aleja al museo del público. Venir aquí en bicicleta es un suicidio, no pueden pasar más camiones por esta carretera. El principal escollo para conectar con el público es la accesibilidad de Chillida-Leku”.

    El camino de Hernani visto desde Errekalde. Lo que se ve a mano izquierda de la carretera es Lore Toki.

    El camino de Hernani visto desde Errekalde. Lo que se ve a mano izquierda de la carretera es Lore Toki.

    Apenas unos días después, el 30, podía leerse en ese mismo medio (*): “El bidegorri llegará hasta Chillida Leku el año que viene”. Añadía: “El proyecto comunicará los 1,2 kilómetros que separan Rekalde de Galarreta y tendrá un presupuesto de en torno a los 1,7 millones de euros”. Y más: “La construcción del bidegorri en este trayecto se ejecutará en el plazo de dos años, pero los técnicos del departamento estiman que para 2022 ya estará listo el tramo que llega hasta el museo”.

    Pues bien, 2022 quedó atrás, estamos ya bien metidos en 2023, la legislatura ha acabado y, sin embargo, sigue sin haber ni rastro del bidegorri Errekalde-Galarreta, que en la Red Básica Foral es importante (o debería serlo) no solo para dar servicio a Chillida Leku, obviamente, sino porque, entre otras cosas, permitirá conectar los bidegorris del valle del Urumea y, en general, el este de Gipuzkoa, con los del Oria y la costa.

    En todo caso, como hemos dicho, este no es sino uno más de los bidegorris pendientes de la Red Básica Foral. Una Red que debería estar prácticamente terminada y, sin embargo, tal y como hemos denunciado reiteradamente, avanza a velocidad de caracol y hace mucho ya que está fuera de cualquier demora razonable. La lista de bidegorris pendientes o incompletos es larguísima… Errenteria-Irun, Lezo-Pasai Donibane, Usurbil (Txikierdi)-Santuene, Usurbil-Orio, Narrondo-Zestoa, Mutriku-Saturraran, Urnieta-Andoain, Andoain-Villabona, Ordizia-Zaldibia, Mendaro-Elgoibar, Bergara-Antzuola… He aquí un dato, oficial, que habla por sí solo: de los 207 kilómetros que el Plan de Vías Ciclistas de Gipuzkoa preveía construir entre 2013 y 2021, solo se han contruido 70, es decir, el 33’8%.

    EGUZKI, diciembre de 2022

    (*) El bidegorri llegará hasta Chillida-Leku el año que viene | El Diario Vasco


    Partekatu - Compartelo