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  • El incumplimiento de los compromisos de inversión por parte del Gobierno Vasco garantiza que el saneamiento de los ríos siga acumulando retrasos

    2017-12-14
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    Tampoco en 2018 el Gobierno Vasco cumplirá con sus compromisos en materia de saneamiento de los ríos. De hecho, el proyecto de presupuesto que ha presentado, salvo que sea modificado radicalmente, garantiza que los planes sigan acumulando retrasos sin remedio.

    El caso de Gipuzkoa

    Este, básicamente, es el proyecto de presupuesto para 2018.

    CapturaEs ligeramente más generoso que el del año pasado (12.941.224 frente a 12.566.576). En el caso de Gipuzkoa, donde hay que incluir las partidas destinadas al saneamiento de Mallabia y Ermua, que vierten al Deba, alcanza los 1,7 millones, cantidad notablemente superior a la del año pasado. Claro que el presupuesto “guipuzcoano” de 2017, 612.000 euros en total, era simplemente raquítico.

    Este incremento permitirá empezar a abordar alguna obra largamente esperada, como la del saneamiento de Pasai Donibane (a ver si esta vez sí que sí), pero, en todo caso, es una cifra irrisoria habida cuenta de que el Gobierno Vasco tiene contraída desde hace años una deuda con este herrialde en materia de saneamiento que ronda los 50 millones de euros.

    Esta deuda se deriva de los compromisos que adquirió en virtud del Acuerdo Marco que suscribió con la Diputación y las mancomunidades para desarrollar infraestructuras hidráulicas entre 2007 y 2011, que incumplió de manera rotunda.

    En enero de 2016, el BOE publicó el nuevo Plan Hidrológico, cuyo Programa de Medidas prevé nuevos plazos, extremadamente laxos, para cumplir aquellos compromisos. Pero, incluso con esa laxitud, el Gobierno Vasco sigue dando la espalda a sus obligaciones, tal y como puede apreciarse en esta tabla:

    taula_eusEs decir, el Gobierno Vasco debería invertir 16,89 millones de euros en el saneamiento de los ríos guipuzcoanos entre 2019, 2020 y 2021 para cumplir con las previsiones del Plan Hidrológico. Se trata de una cantidad estratosférica, habida cuenta de que entre 2017 y 2018 solo va a invertir 2,01 millones.

    Y no hay que perder de vista, por una parte, que se trata de compromisos que contrajo para el período 2007-2011 y, por otra, que, a partir de 2021, empezarán a correr los plazos para hacer frente a nuevas inversiones por valor de más de 31 millones.

    A este paso, nos plantaremos en 2050 y seguiremos teniendo la red básica de saneamiento sin completar.

    El pacto de gobierno firmado entre PNV y PSE, entre otras muchas cosas, dice lo siguiente: “Se procederá al desarrollo y ejecución de las infraestructuras hidráulicas de abastecimiento, saneamiento y depuración del agua, de conformidad con la planificación existente”. Con este nivel de inversión, podemos considerar que ese compromiso de combatir la contaminación de los ríos es ya papel mojado.

    Eguzki, diciembre de 2017

    (*) Esta obra se está ejecutando actualmente a través de un convenio suscrito entre la Diputación y Aguas del Añarbe. Por otra parte, en la tabla no aparece el proyecto de saneamiento de Villabona, al que el Gobierno Vasco destinó 300.000 euros en el presupuesto de 2017.


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