Eguzki denuncia los nuevos recortes en la línea Irun-Brinkola
Qué razón tenía Murphy cuando aseguraba que no hay situación suficientemente desesperada que no sea susceptible de empeorar y, además, mucho. Y es que, cuando pensábamos que la calidad del servicio en la línea de cercanías Irun-Brinkola había alcanzado mínimos históricos, RENFE nos informa de que, a partir de hoy lunes, disminuirán drásticamente las frecuencias de los trenes y, además, se incrementará el tiempo de viaje. [En realidad, ya este mismo fin de semana se han notado los recortes (*).]
Y eso sin contar con las incidencias prácticamente diarias que han sido moneda corriente durante los últimos años y que todo apunta a que lo van a seguir siendo. Es lo que tienen las obras. Porque –todavía no lo habíamos mencionado– este nuevo recorte se debe, una vez más, a las obras del TAV. Seguimos sin saber muy bien si el TAV, en el que se están invirtiendo millones sin cuento, va a llegar algún día a alguna parte o si va a transportar solo ejecutivos y turistas. Lo que sí sabemos seguro es que, mientras, el tren que la ciudadanía utiliza a diario para acudir a trabajar o a estudiar se sigue degradando sin límites. En ese sentido, suponemos que no es casualidad que RENFE haya esperado a que pasaran las elecciones para anunciar los nuevos recortes, porque, si llega a hacerlo antes, seguro que en la campaña a alguno se le hubiese atragantado el discurso sobre la movilidad sostenible y las ventajas del transporte público.
En definitiva, ¿no querías taza?, pues taza y media. Quosque tándem abutere patientia nostra?