Jornada Una respuesta ecológica a la crisis económica?

Jornada que con el título “Una respuesta ecológica a la crisis económica”
tendrá lugar el sábado 23 de enero en el Centro Cívico Aldabe de
Vitoria-Gasteiz entre las 10:00 y las 14:00 horas.

2010EGUZKI

El próximo sábado 23 de enero de 2010 en el Centro Cívico Aldabe de Vitoria-Gasteiz entre las 10:00 y las 14:00 horas, vamos a celebrar una Jornada con el tema “Una respuesta ecológica a la crisis económica”.
El motivo de la Jornada es ir más allá de las consabidas explicaciones sobre el origen de la crisis y su relación con las vergonzosas prácticas bancarias, introduciendo la variable ambiental en el análisis. El debate sobre los límites al crecimiento, el carácter finito de los recursos naturales, la conformación de los precios de productos alimentarios, el reparto desigual de las rentas, los efectos de la globalización financiera, etc.
Si bien los efectos de la crisis sobre la clase trabajadora y los sectores populares son bien conocidos, los remedios que se están aplicando, como la socialización de las pérdidas de la gran banca en lo que se ha dado a conocer como el socialismo de los ricos, o la política de impulso de las grandes infraestructuras, se presentan como el único camino de salida; desde una lectura social y ecológica existen cientos de medidas concretas que se pueden poner en práctica de inmediato mucho más justas y razonables.
Medidas que en muchos casos deben iniciarse en el marco local haciendo realidad el viejo axioma de “pensar global actuar local”; creemos que es el momento idóneo para pasar de los discursos a la práctica, de invertir en futuro y no en sostener un sistema que ha demostrado su inviabilidad económica y su insostenibilidad ambiental. Ciudades y redes de ciudades trabajando de forma sinérgica en una dirección emancipadora.
La introducción en el debate social y el imaginario colectivo de conceptos como el de desarrollo democrático del ecosistema, el comercio justo, el decrecimiento, la banca ética o la huella ecológica, junto a un elenco de medidas prácticas a nivel local, pueden abrir caminos nuevos que hay que atreverse a recorrer.
Por ello el programa que os hemos preparado está dividido en tres partes:
–        una lectura ecológica sobre el origen de la crisis
–        propuestas desde la economía ecológica
–        100 ideas prácticas para el marco local
El programa concluirá con una mesa redonda de agentes sociales que desarrollan su labor en distintos campos sobre su visión y propuestas frente a la crisis.
Esperamos contar con vuestra asistencia y aportaciones.

Eguzki denuncia el uso de la crisis para ayudar a unos, y las subidas a los usuarios del tren.

Eguzki denuncia la subvención en la compra de un coche y, sin embargo, seguir aprobando año tras año subidas en el precio del billete del autobús o del tranvía con frecuencia muy por encima del IPC, como en el caso de RENFE.

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Con apenas unos días de diferencia se han producido dos hechos que ponen de manifiesto qué credibilidad hemos de conceder al Gobierno español y, por extensión, a la inmensa mayoría de las instituciones públicas cuando aseguran que apuestan por una movilidad sostenible o, por decirlo de forma más simple, cuando nos hablan de que es preciso que el transporte público vaya ganando terreno al uso del vehículo privado.

El primero de esos hechos es el anuncio por parte del ministro de Industria, Miguel Sebastián, de que el Plan 2000E tendrá continuidad en 2010. Es decir, que el Gobierno destinará una nueva partida de 100 millones de euros para seguir subvencionando la adquisición de coches particulares, partida que espera se vea incrementada en otros 100 con las aportaciones de las comunidades autónomas. Recordamos, aunque probablemente no haga falta hacerlo, que, en 2009, tanto el Gobierno de Lakua como el de Iruñea se sumaron entusiásticamente al Plan.
El segundo hecho es la entrada en vigor de las nuevas tarifas de RENFE, que ha supuesto que el billete del servicio de cercanías, el más utilizado por la población y, además, muy particularmente, por la población con menor capacidad adquisitiva, se haya visto incrementado en un 6%. No es sólo que este incremento esté muy por encima del IPC, que no llegará al 1%, sino que llueve sobre mojado, ya que también en 2009 la subida (6,3%) fue muy superior.
Cuando Zapatero anunció en mayo pasado que, entre las medidas para hacer frente a la crisis, el Gobierno subvencionaría de forma directa la adquisición de coches nuevos e impulsaría a las comunidades autónomas a hacerlo en la misma medida, ya advertimos desde Eguzki que eso iba justo en dirección contraria a cualquier política de economía o movilidad sostenible. De hecho, el sector del automóvil es precisamente el paradigma más acabado de la insostenibilidad del actual modo de producción.
Aun reconociendo que se trataba de una medida “popular”, porque el apego al automóvil privado es algo que prácticamente ya forma parte de nuestro ADN, nos preguntábamos: ¿es justa?, ¿no es discriminatoria? En otras palabras, ¿por qué una subvención directa a quienes adquieran un automóvil nuevo y no a quienes precisen de otros bienes o servicios? Y, centrándonos ya en el ámbito del transporte y la movilidad, planteábamos: ¿por qué subvencionar la compra de un coche y, sin embargo, seguir aprobando año tras año subidas en el precio del billete del autobús o del tranvía con frecuencia muy por encima del IPC, como en el caso de RENFE? ¿A los usuarios del transporte colectivo no les afecta la crisis? ¿Les afecta más o menos que a los fabricantes de coches?
Lo cierto es que los que mandan ya han dado su respuesta: la crisis no afecta o, en todo caso, afecta mucho menos a los usuarios del tren… y, si no, que se las arreglen como puedan. A ellos, a los que mandan, no les basta con promover una política de movilidad que, digan lo que digan, tiene en el vehículo privado su principal soporte, sino que, llegado el caso, no dudan en subvencionar directamente con dinero público la adquisición de coches. Por contra, castigan a los usuarios del transporte público con subidas desorbitadas.
 Da la sensación incluso de que el Gobierno pretende compensar en su presupuesto el gasto de las subvenciones a los coches con los ingresos de una mayor recaudación entre los usuarios del tren.
Habrá quien piense que estos hechos ponen de manifiesto que, efectivamente, el discurso en pro de una movilidad sostenible del que hacen gala las administraciones públicas un día sí y otro también, pero sobre todo con ocasión del Día sin Coches e iniciativas por el estilo, es contradictorio. Eguzki, en cambio, no cree que sea contradictorio; creemos que, simplemente, es mentira.
                                                       EGUZKI
                               2010ko urtarrilean