Urdaibai

Aplaudimos la decisión, aunque llegue con bastante retraso, sobre la declaración de 39 ZEPAs (Zonas de Especial Protección para las Aves) a incluir en la Red Natura 2000, en el medio marino del Estado español, fruto de los trabajos científicos realizados dentro del proyecto LIFE-INDEMARES. Estas zonas,

distribuidas por todo el litoral del Estado español y que alcanzan una extensión de casi 5 millones de hectáreas, son imprescindibles para garantizar la protección, conservación y reproducción de las aves marinas presentes en el medio marino. Garantizan su alimentación y descanso, constituyendo además los principales corredores migratorios marinos.

Este proyecto ha permitido estudiar el alto grado de biodiversidad que albergan estas zonas, identificando en ellas 16 especies de aves reproductoras incluidas en la Directiva de Aves, encontrándose varias en peligro de extinción.

El acuerdo adoptado por el Consejo de Ministros español establece un plazo de dos años para elaborar los necesarios planes de gestión individualizados, y ante esto, solo nos queda exigir que se cumpla escrupulosamente ese plazo, puesto que sin la aplicación práctica de estos planes, la designación se convierte en un mero trámite y etiqueta administrativas.

Ulia-Jaizkibel

Por otro lado, el proyecto mencionado ha tenido como resultado también la designación a nivel del Estado español, de 9 Zonas Especialesde Conservación (ZEC) relativas al medio marino. Sin embargo, desde una perspectiva nacional, en este último caso debemos hacer pública nuestra frustración, dado que ninguna de las últimas propuestas de ZECs aborda ni incluye una vieja reivindicación para el medio marino de Euskal Herria, como es la designación de Reserva Marina de Ulia-Jaizkibel. La desidia y la falta de compromiso por parte de las instituciones competentes, Gobierno Vasco incluido, ha desperdiciado una gran ocasión para propiciar la designación de esta reserva marina, incluida en el corredor marino transfronterizo Biarritz-Donostia, de casi 30.000 hectáreas.

Esta propuesta científica conjunta, elaborada en 2010 por la organización internacional de conservación marina OCEANA y el Colegio Oficial de Biólogos de Euskadi (COBE), supondría la conectividad ecológica de los espacios de la Red Natura 2000 marina ya declarada, que se inicia en los mares Báltico y del Norte y que, sin embargo, muere inexplicablemente en el estuario del Bidasoa.

La Reserva Marina de Ulia-Jaizkibel permitiría garantizar la riqueza y conservación de la biodiversidad marina (especies y hábitats submarinos y pelágicos) y la recuperación de los stocks pesqueros, estableciendo las medidas y normas necesarias para su protección y conservación eficiente frente a las amenazas derivadas de la sobreexplotación de los recursos marinos, la artificialización del litoral y la contaminación de sus aguas.