El Metro: ¿abocados a otra discusión maniquea?

metroa 2015 uztailaEguzki ha defendido y sigue defendiendo, como alternativa al actual modelo de movilidad, basado casi exclusivamente en el vehículo privado, la mejora del transporte público, en general, y el ferroviario, en particular. Y, más específicamente aún, el tren de cercanías, que, frente a proyectos como el TAV, es el que utiliza a diario una parte realmente significativa de la población.

Desde ese punto de vista, no nos repugna en absoluto la idea de que el tren pueda llegar a tal o cual punto al que en la actualidad no llega, incluso al centro de Donostia, de donde, por cierto, el tranvía fue desalojado hace algo más de medio siglo en beneficio del tráfico motorizado. Eso sí, no nos repugna esa idea siempre que la relación entre el beneficio social, el impacto de la obra (urbanístico, ambiental y también social) y el coste económico sea positiva.

¿Es ese el caso del Metro de Donostialdea o, más concretamente, de la pasante ferroviaria prevista bajo el subsuelo de la capital? En realidad, no lo sabemos, entre otras cosas, porque el Gobierno de Patxi López, con Ernesto Gasco como viceconsejero de Transportes, hizo una utilización descaradamente partidista de este proyecto, y la propaganda sustituyó a la información. Recordemos que el Departamento de Transportes del PSOE llegó a adjudicar la ejecución de dos tramos y, todavía en diciembre de 2012, cuando las elecciones habían dado ya la mayoría al PNV, balizó una zona de la Avenida de Zarautz, pretendiendo hacer ver que el inicio de las obras era inminente y poner en un brete a Bildu, entonces al frente del Ayuntamiento y la Diputación, y, sobre todo, al nuevo inquilino de Ajuria Enea, en caso de que no siguiese adelante.

Sin embargo, lo primero que hizo el gobierno de Urkullu fue paralizar las obras (lo que, por cierto, obligará a indemnizar a las empresas adjudicatarias, aunque seguro que en este caso no se va a montar escándalo alguno y, por supuesto, el fiscal Galparsoro no verá motivos para investigar nada). La consejera de Medio Ambiente y Planificación Territorial, Ana Oregi, justificó la decisión de Lakua en la situación económica. “No es momento para obras faraónicas”, afirmó. Pero dijo algo más: “El Gobierno no puede imponer a la fuerza lo que quiera; tiene que sentarse a una mesa con el Ayuntamiento, la Diputación y los ciudadanos, y pensar en cuál es el mejor modo de transporte para Donostialdea”. Habló incluso de poner en marcha “grupos de trabajo” para analizar “lo que significa para San Sebastián, su entorno y los ciudadanos un proyecto de gran envergadura técnica, financiera y conceptual”.

Todo aquello nos pareció muy razonable y juicioso. Sin embargo, ahora nos encontramos con que Lakua ha sacado a exposición pública el Estudio Informativo del Tramo Lugaritz-Easo del Metro de Donostialdea; vamos, que sigue adelante con el proyecto de la pasante ferroviaria. Por lo visto, ahora que PNV y PSOE vuelven a ser amigos, ya no hace falta debatir nada con nadie. No hace falta, por ejemplo, debatir sobre las ventajas comparativas que habría de tener el Metro con respecto a otras alternativas que las propias instituciones han barajado en los últimos años, como el tranvía ligero o el Tren-Tram, que han sido descartadas sin explicación alguna. No hace falta debatir tampoco sobre posibles afecciones urbanísticas o vecinales, a pesar de que se trata de unas obras muy importantes que se van a prolongar durante al menos cuatro años en zonas ciertamente sensibles; baste pensar que el estudio incluye un listado de más de 300 edificios situados sobre los futuros túneles o en su entorno próximo.

Y, por supuesto, como, por lo visto, la crisis ha quedado atrás, tampoco hace falta que nadie explique por qué la pasante era hace apenas dos años un proyecto faraónico, en palabras de la consejera, y ya no. Al respecto, cabe decir que el presupuesto base de licitación, IVA incluido, supera los 172 millones (sin contar el material móvil). Ojo, que, si tenemos en cuenta que el tramo Astigarraga-Oiartzun-Lezo del TAV está presupuestado en 440 millones, esos 172 (o 200, en números redondos, un sobrecoste más o menos) casi no nos parecen tantos. Ahora bien, si nos fijamos en que las comparativamente modestísimas obras del Topo en Loiola han estado durante mucho tiempo paradas por falta de presupuesto, sorprende que el Gobierno o las instituciones dispongan de repente de tanto dinero para invertir en trenes de cercanías.

En todo caso, si así fuera, si dispusiera de todo ese dinero, ¿la prioridad sería la pasante? Esa es otra cuestión de la que nosotros tampoco estamos nada seguros, porque, a la hora de establecer prioridades, creemos que debe tenerse en cuenta la fotografía completa de las cercanías en Gipuzkoa, y más ahora que el proyecto de conectar las líneas de Eusko Tren y Renfe en Riberas de Loiola, tras años de olvido, parece haber resucitado (¿para cuándo la transferencia del servicio Irun-Brinkola?, ¿qué inversiones va a requerir esa línea para ponerla a la altura de las necesidades del siglo XXI?, ¿las va a financiar íntegramente el Estado?).

Vale, el PNV y el PSOE son de nuevo amigos y controlan todas las instituciones, pero seguir adelante con el proyecto, escamoteando el debate sobre el tren que necesitamos en Donostia y Gipuzkoa, que Oregi defendió con tanta vehemencia hace apenas dos años, nos abocaría a la indeseable confrontación maniquea “Metro sí, Metro no”.

Eguzki, Julio de 2015

“Excursión por la selva de Ulia”, guiada por Jesús Mari Alquézar

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  • Tendrá lugar el sábado 18 de julio, está abierta a quien lo desee y no es preciso apuntarse con antelación.
  • Ha sido organizada por Eguzki, como actividad complementaria a la exposición que acoge el Centro de Interpretación de Ulia sobre la propuesta de Área Marina Protegida Ulia-Jaizkibel.

Eguzki ha organizado para el sábado 18 de julio una excursión por la senda del litoral y la ruta de los acantilados de Ulia que estará guiada por el conocido montañero Jesús Mari Alquézar. La cita es a las 10 de la mañana en Centro de Interpretación de Ulia.

Desde allí, los congregados iniciarán el descenso hacia el mar, primero, por la senda SL GI 33 y Vuelta a Donostia, balizada, para, inmediatamente después, girar a la derecha y atravesar un frondoso bosque, como una selva, “la selva de Ulia”, hasta alcanzar la pista del emisario. Descendiendo por ella, llegarán hasta el borde del océano. Tras disfrutar de espectaculares vistas de los acantilados, continuarán por la senda litoral y, salvando varios valles colgados, alcanzará la cueva de Taloi, descubriendo la Geo-ruta de Ulia. Tras reincorporarse al camino tradicional GR 121-Talaia Bidea, llegarán a la fuente-lavadero de la Kutralla. Desde aquí, por otro camino poco conocido de increíble belleza, regresarán al Centro de Interpretación, no sin pasar antes por la Atalaya de la Reina, precioso mirador sobre el bosque y el litoral recientemente remozado.

Ya en el Centro de Interpretación, los participantes podrán disfrutar del hamaiketako y la tertulia. También visitar la exposición que Eguzki ha organizado en apoyo de la propuesta científica de la Fundación Océana y el Colegio Oficial de Biólogos de Euskadi para declarar un área marina protegida frente a los acantilados de Jaizkibel y Ulia. Esta propuesta incluye una zona de aproximadamente 13.000 hectáreas que, unida a diversas áreas ya declaradas protegidas por el Gobierno francés en el litoral de Lapurdi, constituiría “uno los corredores ecológicos marinos más importantes y diversos del Atlántico europeo”.

Información útil sobre la excursión

Día: 18 de julio

Hora: 10.00 de la mañana

Lugar de la cita: Centro de Interpretación de Ulia

Duración aproximada: 1 hora y 45 minutos

Sobre la exposición

Visitas: hasta el 30 de agosto, de martes a domingo, ambos inclusive, de 11 a 14 y de 17 a 20 horas.

 

La inundación del túnel de TAV en el tramo Zizurkil-Andoain

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El 9 julio se produjo un accidente en el túnel del trazado del TAV entre Zizurkil y Andoain, habiéndose inundado el túnel en construcción, lo que provoco que los empleados tuvieran que ser evacuados del túnel, parando las obras.

Es importante, en un hecho de este tipo, que ningún empleado haya resultado herido, más si cabe teniendo en cuenta que en las obras del TAV ya han fallecido uno cuantos trabajadores. Las noticias de agencias también dicen que hasta que el caudal disminuya reanudar los trabajos no es seguro y que el caudal ha llegado a ser de 400m3/hora.

Lo que no se llegar a cuestionar en ninguna parte es cuales son los daños que habrá generado la desaparición de toda esa agua en ese entorno. Ni siquiera han informado, si era un río, un manantial o una acumulación de agua; y que decir de los daños presentes y futuros. ¿Desaparecerá alguna fuente? ¿ El entorno se verá condicionado por esa falta de agua?¿Desaparecerán algunos seres vivos( Plantas, insectos…) de ese entorno? ¿ Se empobrecerá ese entorno?…

Para que nos vamos a hacer esas y otras preguntas, si esa situación no estaba prevista en el orden de obra, ni en el proyecto, ni en el estudio de impacto ambiental. Tienen todos los permisos y con eso basta. Está claro que a algunas instituciones y algunas personas, no les interesa ver en estos hechos más que un contratiempo de obra.

Desde Eguzki queremos recordar algunas cosas:

* Según el EIA, el tramo del TAV Zizurkil-Andoain, estaba comprendido entre los más delicados y complejos, tanto desde el punto de vista medioambiental como del técnico.

* Ello se debe a la complejidad de la estructura geológica (zona Kárstica) además del poco conocimiento de la misma.

* Consecuencia de ello, a finales de 2002 o principios de 2003 el Ayuntamiento de Andoain aprobó una moción comprometiéndose a hacer una estudio exhaustivo y concreto de esta zona para conocer las verdaderas afecciones de las obras. El Ayuntamiento cambió de color y esa decisión se quedó en nada.

* Hace unos meses, muy cerca del lugar del “accidente” las obras del TAV secaron dos riachuelos.

Estos y otros hechos lo que vienen a confirmar es que la construcción del TAV está generando mucho más daño en el medio ambiente que los evaluados, y por supuesto, cuyas consecuencias tampoco se evalúan no ya sólo sobre el medio ambiente, sino por ejemplo sobre el riesgo de inundabilidad de la zona. No, no decimos que las obras del TAV provoquen, por si solas, inundaciones pero si puede ser una consecuencia el aumento de las situaciones de riesgo de inundación por ejemplo.

Una vez más, afirmamos que el TAV y/o la Y vasca, es un proyecto que sirve para despilfarrar el dinero, destruir el entorno natural y agrario, el medio ambiente y la calidad de vida, además de que no se justifica por si misma. Y todo ¿Para qué? Para ahorrarnos 10-15 minutos a precio de oro.

Eguzki, Julio de 2015