EGUZKI plantea una moratoria de un año del II PIGRUB para invertir la verticalidad y establecer un verdadero proceso participativo
2017-10-28
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Ante un arranque de semana con la gestión de residuos como tema relevante en el debate foral y ante la pretensión de la Diputación de Bizkaia de prorrogar el II PIGRUB hasta el 2020 con algunas correcciones, EGUZKI considera la conveniencia de plantear una moratoria de un año para introducir cambios sustanciales en la metodología de determinación del modelo de gestión de residuos, invirtiendo la verticalidad del proceso.
Sin embargo, no es inadmisible su prorroga hasta 2020 que en realidad es la perpetuación de un modelo “parcheado” basado en las necesidades de la incineradora de Zabalgarbi y el juego de maquillaje de las estadísticas demostrada en estos años, o como se suele decir “hacerse trampas al solitario”.
EGUZKI propone una moratoria para poner en marcha un cambio de verticalidad en el que la elaboración de la radiografía, diágnosis y adopción de modelos y medidas parta de los propios municipios y de la participación de todos los colectivos locales interesados, mediante la figura de Consejos Asesores ciudadanos. Estableciendo un plazo razonable de trabajo con contenidos de 6 meses, las conclusiones alcanzadas en todos y cada uno de los municipios del Territorio serían la base del trabajo del ente foral para la elaboración del III PIGRUB dirigido a alcanzar, y en la medida de lo posible superar, los objetivos fijados por la UE, partiendo del establecimiento de unos mínimos en los objetivos a lograr que no de la fijación de un único modelo de gestión.
Para ello, el acceso de esos Consejos Asesores Municipales a una información actualizada, completa, desglosada y detallada es fundamental. Una información que en realidad debiera ser pública y accesible.
Ante la pobreza de los resultados obtenidos en materia de reutilización y reciclaje, es necesario poder cuestionarlo todo, incluido el modelo diseñado ad hoc para la incineradora de Zabalgarbi; abrir la puerta a la descentralización del compostaje (pequeñas composteras en pueblos pequeños, parques urbanos y comarcales) que contribuyen a reducir el CO2 resultante del transporte; al aprovechamiento de las ventajas de contenedores con chip zonificados y contando con el software adecuado para contar con información muchísimo más actualizada, lo que posibilitaría agilidad en la adopción de medidas correctoras y/o de sensibilización y la optimización de los recursos económicos destinados a este fin; apostar por el sistema Retorna (SDDR) de envases apoyando a los medianos y pequeños comercios en la instalación de máquinas para la devolución/clasificación para la reutilización envases, etc.
EGUZKI considera necesario observar y analizar la gestión de los Residuos Urbanos desde múltiples perspectivas para que realmente sea eficaz en la consecución de la meta final: contribuir a frenar el cambio climático. En este sentido, es necesario aumentar la implicación de la Administración en proyectos científicos para descubrir oportunidades de 2ª vida a materiales que hoy no la tienen y apostar por los procesos productivos que de ellos puedan derivar; implementar una política fiscal que evidencie al contribuyente las ventajas (colectivas y/o individuales) de sumarse en este recorrido por lograr las mayores cotas de reutilización y reciclaje posibles; replantear la planificación de contenedores en función del porcentaje real que supone cada fracción de residuos, etc.
Pero para todo ello, lo primero debiera sacar los intereses privados de la ecuación ya que, por su propia esencia, busca el beneficio inmediato y una gestión de residuos eficaz, sostenible y basada en la premisa de reducción progresiva en su generación requiere una visión de futuro como personas, como sociedad y como país.