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• Eguzki constata que la mayoría de los proyectos incluidos en el nuevo Acuerdo Marco para el saneamiento de Gipuzkoa debían haber sido ejecutados antes de 2011

  2019-02-19
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    Cartel de Eguzki que reivindica el saneamiento de Pasai Donibane.

  El consejero de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, y el diputado foral del ramo, José Ignacio Asensio, han presentado el borrador de un nuevo Acuerdo Marco interinstitucional para construir infraestructuras de saneamiento en Gipuzkoa. Se trata de un plan “ambicioso”, según ha destacado el consejero, que, a través de la inversión de 61 millones de euros de aquí a 2027, permitirá “completar” la red de saneamiento de Gipuzkoa.

  Una buena noticia, ¿no? Podría serlo… si no tuviésemos motivos tan fundados para ser escépticos con respecto a que realmente se realicen las inversiones comprometidas en los plazos que se anuncian. Veamos cuáles son esos motivos…

  En la siguiente tabla, en la columna de la izquierda, enumeramos todos los proyectos de saneamiento que el borrador del “ambicioso” nuevo Acuerdo Marco prevé ejecutar de aquí a 2027 y, en la de la derecha, podemos comprobar cuántos de esos proyectos figuraban ya en el Acuerdo Marco para el período 2007-2011.

  Un simple vistazo a la tabla permite constatar que la inmensa mayoría de los proyectos incluidos en el borrador del nuevo Acuerdo Marco figuraban ya en el suscrito para el período 2007-2011. Es más, los de Mendaro, Antzuola y Elgeta aparecían citados ya… ¡en el de 2003-2006!

  Es decir, son proyectos que deberían estar ejecutados hace ya muchos años. ¿Y qué tienen en común todos ellos? Pues que fue el Gobierno Vasco el que adquirió el compromiso de financiarlos, en unos casos al 100% y en otros al 75%, y no ha cumplido. Un incumplimiento que ha provocado que se agudice el retraso histórico de Gipuzkoa en materia de saneamiento. Porque el resto de los firmantes de aquel Acuerdo, la Diputación y las mancomunidades, han cumplido con su parte razonablemente.

  

  A la derecha, la desembocadura de Mijoa erreka, que vierte directamente al mar, sin ningún tipo de depuración previa, junto a la playa de Saturraran.

  El consejero nos dice ahora que “esta vez sí”, que el Gobierno está decidido. Pero, para que así sea, mucho tendrá que cambiar su actitud con respecto a la que viene manteniendo desde el inicio de la legislatura. Veámoslo también…

  En 2017 presupuestó, a través de Ura, 12,5 millones de euros para obras de saneamiento; en 2018, algo menos de 13; en 2019, tras la retirada del proyecto de presupuesto, ignoramos qué pasará. En cualquier caso, entre 12 y 13 millones anuales para el conjunto de la CAV (de hecho, de ese dinero a Gipuzkoa “le ha tocado” hasta ahora muy poquito: en 2017, 612.000 euros; en 2018, 700.000). El borrador del nuevo Acuerdo Marco, sin embargo, prevé que el Gobierno, de aquí a 2021, invierta unos 19 millones, solo en Gipuzkoa. Estas cifras, en vista de cuál ha sido la trayectoria hasta ahora, avalan por sí solas las razones para el escepticismo.

  No es dinero lo que falta

  ¿Es posible que el Gobierno invierta 19 millones en el saneamiento de Gipuzkoa de aquí a 2021? Por supuesto que es posible, porque dinero, haberlo haylo, y, en este asunto, como en todos, es cuestión de prioridades. Por poner un ejemplo (que, por cierto, no le gusta nada a Arriola): ¿acaso no ha habido ingentes cantidades para el TAV durante todos estos años, incluso en los períodos más crudos de la crisis?

  ¿Que el TAV es “estratégico”? ¿Y el saneamiento no? Desde nuestro punto de vista, los proyectos de saneamiento no solo son estratégicos sino, simplemente, básicos. Ya sabemos que no son tan glamourosos como otros. Sin embargo, parafraseando a Bertolt Brecht, nosotros pensamos que, del mismo modo que hay proyectos malos, malísimos y nefastos, también los hay buenos, muy buenos y mejores; y luego están los que, como los relacionados con el saneamiento, son imprescindibles.

  EGUZKI, febrero de 2019

  
  

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