El tramo Iraeta-Narrondo, un ejemplo más de que la Diputación incumple sistemáticamente sus propios plazos en la construcción de bidegorris

Uno de los dos túneles que atravesará el bidegorri. Las obras se anunciaros para primeros de 2023, pero estamos en abril y aqui no se ha movido una sola piedra.

Uno de los dos túneles que atravesará el bidegorri. Las obras se anunciaros para primeros de 2023, pero estamos en abril y aqui no se ha movido una sola piedra.

La Diputación difundió el lunes un comunicado en el que informa de que en las dos últimas semanas el Consejo Foral y las Juntas Generales han aprobado el convenio con Eusko Trenbide Sarea que permitirá construir el bidegorri entre Narrondo e Iraeta, de modo que ya estamos “mucho más cerca” –puede leerse en el texto– de ver completado el trazado de la Vía Verde del Urola entre Zumaia y Zumarraga. Ni un ápice de autocrítica. Ni siquiera una explicación. De nuevo, progaganda. “Esto marcha”, vienen a decirnos, incluso en un caso tan escandaloso como este.

¿Que por qué cabría esperar alguna autocrítica o una explicación? Porque el 24 de febrero del año pasado el consejero de Transportes, Iñaki Arriola, y la diputada de Movilidad, Rafaela Romero, escenificaron el acuerdo en la antigua estación de tren de Iraeta y anunciaron que las obras se iniciarían “a principios de 2023”. No solo en las hemerotecas, sino en la propia web de la Diputación puede hallarse la prueba de lo que decimos, con foto incluida: Gobierno Vasco y Diputación Foral de Gipuzkoa acuerdan colaborar para convertir en bidegorri el tramo Iraeta-Narrondo del antiguo ferrocarril del Urola mejorando el anterior proyecto – gipuzkoa

La escenificación de febrero del año pasado en la vieja estación de Iraeta. La foto la hemos rescatado de la propia web de la Diputación.

La escenificación de febrero del año pasado en la vieja estación de Iraeta. La foto la hemos rescatado de la propia web de la Diputación.

Sin embargo, llegado 2023, no solo no se han iniciado las obras, sino que en marzo supimos, a través de una denuncia pública de los alcaldes de Zumaia y Zestoa, que el convenio entre Eusko Trenbide Sarea y la Diputación ni si quiera se ha firmado. Y, en la nota del lunes, la Diputación viene a decirnos que, efectivamente, un año después, sigue sin firmarse, pero que “ya hay luz verde” y se firmará “de manera inmediata”. El año se ha ido y no sabemos cómo ha sido, pero, lo dicho, “esto marcha”.

Quizá no fuese para tanto si no lloviese sobre mojado. En realidad, el Departamento de Movilidad ya en 2019 anunció que las obras del bidegorri Iraeta-Narrondo estaban a punto de empezar.

El segundo túnel que atravesará el bidegorri. Este también sin tocar, claro.

El segundo túnel que atravesará el bidegorri. Este también sin tocar, claro.

La verdad es que, últimamente, con este asunto de los bidegorris nos repetimos más de lo que quisiéramos, pero es que no queda más remedio. En realidad, lo que está pasando con el tramo Iraeta-Narrondo no es sino un ejemplo, uno más, de hasta qué punto la Diputación incumple sistemáticamente sus propios plazos en la construcción de bidegorris, que avanzan a velocidad de caracol. A velocidad de caracol lento, para más señas. La semana pasada lo vimos en el Errenteria-Irun; hace un par de meses, en el Lezo-Donibane, y, un poco antes, en el Errekalde-Galarreta. Pero es que hay muchos más bidegorris que, según el Plan de Vías Ciclistas de Gipuzkoa, deberían estar ya en servicio y, sin embargo, siguen sin terminar o ni siquiera se han iniciado, como el Usurbil (Txikierdi)-Santuene, Usurbil-Orio, Mutriku-Saturraran, Urnieta-Andoain, Andoain-Villabona, Ordizia-Zaldibia, Mendaro-Elgoibar, Bergara-Antzuola… Y advertimos que esta lista no es ni mucho menos exhaustiva.

EGUZKI, abril de 2023