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• ¿Y por qué no han empezado aún a construir el Intercambiador de Riberas de Loiola?

  2023-04-21
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  Simulación del Intercambiador. En Riberas de Loiola, ambas líneas ferroviarias se hallan muy cerca la una de la otra. La nueva infraestructura posibilitará a los usuarios hacer transbordo.

  Estos días ha sido noticia que el Consejo de Ministros ha autorizado la firma del convenio con el Gobierno Vasco y la Diputación de Gipuzkoa para financiar y construir el Intercambiador de Riberas de Loiola, que permitirá el trasbordo entre usuarios del Topo (y, en general, Eusko Tren) y la línea de cercanías Irun-Brinkola de Renfe.

  La publicidad que inevitablemente lleva aparejada este tipo de noticias, más aún en período electoral, afirma que se trata de “una solución eficaz  y coordinada para potenciar el servicio ferroviario, promover el transporte público y la movilidad sostenible”. Y estamos muy de acuerdo. Es más, conectar ambas líneas nos parece algo básico.

  Ahora bien, si las virtudes de este proyecto son tan evidentes para los promotores, ¿qué explicación tiene que llevemos cerca de un cuarto de siglo dándole vueltas sin que todavía se haya acometido? Máxime cuando la relación entre la mejora del servicio que supone, el volumen de la inversión que requiere y el impacto urbanístico, social y ambiental es inmensamente más favorable que la de otras infraestructuras ferroviarias que están en la mente de todos, mucho más controvertidas desde todo punto de vista, y, sin embargo, ya en marcha.

  En fin, dicen que las obras del Intercambiador se iniciarán en 2025 y que el plazo de ejecución será de 36 meses, por lo que la infraestructura debería estar en servicio en 2028. A ver si es verdad.

  EGUZKI, abril de 2023

  
  

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