Greenpeace alerta de que el TAV puede crear “un efecto centralizador”
2009-11-02
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Los ecologistas creen que que sólo las principales ciudades se beneficiarían del efecto de esta infraestructura
La representante de Greenpeace Sara Pizzinato alertó hoy en el Parlamento vasco de que el Tren de Alta Velocidad (TAV) puede crear “un marcado efecto de túnel” y de “centralización”, por el cual tan sólo las principales ciudades con estación se beneficiarían del efecto de esta infraestructura sobre el desarrollo económico. Además, explicó que, hasta el momento, en el Estado español, el transporte de mercancías a través del TAV es “un mito”.
Pizzinato ha comparecido hoy a petición de Aralar ante la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento autonómico, con el fin de presentar el informe ‘Destrucción a toda costa’ publicado el pasado mes de julio, en el que se indica que el 80 por ciento de los espacios naturales protegidos de la costa de Euskadi está en “peligro” y se subraya que, “con tan sólo un 14,2 por ciento de su litoral protegido”, el País Vasco tiene el porcentaje más bajo de protección costera de todo el Estado.
En su comparecencia de hoy, Pizzinato también analizó la situación del Tren de Alta Velocidad. Según explicó, los planes estatales no están planteando esta infraestructura como una alternativa a los aeropuertos, sino al ferrocarril convencional. Además, explicó que casos como el de Francia, donde este sistema de transporte lleva implantando más tiempo que en España, demuestran que el TAV puede generar “un efecto túnel”, de forma que sólo las ciudades con estación de parada se benefician de la infraestructura y de su efecto tractor sobre el desarrollo económico. Pizzinato indicó que en Francia se está produciendo una importante “centralización”, debido a que la disminución de la duración de los trayectos en Alta Velocidad hace que la mayor parte de las operaciones se realicen en París.
Por otra parte, afirmó que el transporte de mercancías a través del TAV, en el caso del Estado español, y hasta el momento, ha sido “un mito”. Según explicó, esta posibilidad se está viendo dificultada por los problemas que genera el elevado peso de los trenes de mercancías, que afecta al exacto “paralelismo” que han de guardarlos raíles de la Línea de Alta Velocidad (LAV). En el caso de Euskadi, donde el trazado del TAV aún está en construcción, consideró que “habrá que ver” si esta situación se reproduce.
La representante de Greenpeace aseguró que este grupo “no se opone” de forma frontal al TAV, tras lo que explicó que en algunos países este sistema de transporte se está desarrollando de forma coordinada con el ferrocarril convencional, algo que, a su juicio, no sucede en el caso español.
Informe
Según consta en el informe de la organización ecologista presentado hoy ante el Parlamento vasco, en la actualidad, la actividad humana está provocando preocupantes efectos sobre el consumo de suelo y de agua o la generación de residuos. “Tan sólo el Plan Territorial Sectorial de Aridos Calizos, que contempla 131 nuevas canteras supondrá el acoso al 78 por ciento de la superficie total de los parques naturales de Euskadi”, se indica en el texto.
De los diez Espacios Naturales Protegidos (ENP) analizados en la costa vasca, ocho están amenazados, según Greenpeace. Los ejemplos de las amenazas a estos espacios naturales van desde el proyecto de instalación de varios polígonos industriales en el entorno del ENP de las Marismas de la Ría de Urdaibai (Bizkaia), “donde llegan además las aguas contaminadas de unos 18 puntos de vertido”, hasta la “proyectada destrucción de buena parte del monte y acantilados de Jaizkibel (Guipúzcoa) para la innecesaria construcción de puerto exterior de Pasaia”.
Los ENP más amenazados, según el estudio de Greenpeace, son la Ría del Barbadun, San Juan de Gaztelugatxe, Zonas Litorales y Marismas de la Ría de Urdaibai y Río Artibai, en Bizkaia, y Ría del Urola, Inurritza, Ulia y Jaizkibel, en Guipúzcoa.