Promueven una declaración institucional de apoyo al TAV, pero miran para otro lado ante la situación del servicio de cercanías de RENFE
2011-07-27
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El Pleno del Ayuntamiento de Donostia debatirá el jueves y aprobará, salvo sorpresas, una declaración impulsada por el PSOE, y respaldada por PNV y PP,
en pro de que el Tren de Alta Velocidad llegue a la estación de Atotxa. La declaración enmarca la construcción del TAV en un proyecto ?sostenible?, cómo no, para la ?mejora global de nuestro sistema de transporte que garantice el derecho de todo ciudadano a la movilidad como derecho de tercera generación?. ¡Ahí es nada! Es decir, sin TAV, el derecho de todo ciudadano a la movilidad es, por lo visto, menos derecho, o, si lo prefieren, sería un derecho cercenado. Pero, curiosamente, ese singular razonamiento sólo afecta al TAV, y no, por ejemplo, a la situación que el servicio de cercanías de RENFE viene arrastrando en Donostia y Gipuzkoa desde hace años. Se trata de un servicio fundamental en ese sistema de transporte cuya ?mejora global? se dice perseguir y, sin embargo, no es merecedor de declaración institucional alguna. Esto es algo realmente sorprendente porque, según la propia declaración institucional en pro del TAV, éste movería en Donostia 2,5 millones de viajeros anuales (es sólo una hipótesis) cuando el servicio de cercanías de RENFE en Gipuzkoa ronda los 10 millones de usuarios anuales (es una realidad). Es decir, siguiendo la singular línea argumental de la declaración institucional, el modesto y ninguneado servicio de cercanías garantiza como mínimo cuatro veces más el derecho a la movilidad de los ciudadanos o, por lo menos, lo garantiza a cuatro veces más ciudadanos. Y, sin embargo, la situación de ese servicio, que ya decimos que no merece declaración institucional alguna por parte de los promotores del TAV en Donostia, es manifiestamente mejorable. Baste pensar que las frecuencias y los tiempos de los viajes no han variado desde hace al menos treinta años. Y, si bajamos al detalle de la situación en los apeaderos, en Donostia es la siguiente: -Martutene: carece de WC, presenta problemas de accesibilidad y cuenta con un peligroso cruce de vías en superficie con poca visibiliadad. -Loiola: marquesina insuficiente y sin WC. -Riberas de Loiola: ?aparcada? sine die. -Gros: sin WC. -Ategorrieta: problemas de accesibilidad, sin WC y, a menudo, suciedad. -Herrera: problemas de accesibilidad y sin WC. Salvo en el caso de la de Gros, no hay nadie en las taquillas, es decir, están cerradas. Esta situación de Donostia es extensible a las 30 estaciones y apeaderos de la línea Irun-Brinkola, en las que se pueden detectar similares problemas, cuando no mayores. Existen, además, 5 peligrosos pasos a nivel, se sigue sin poner en marcha el billete único, el precio sube sistemáticamente muy por encima del IPC? En fin, como decimos, una situación manifiestamente mejorable que, sin embargo, no sólo no mejora, sino que ni siquiera merece una solemne declaración institucional en la que se hable del ?derecho de todo ciudadano a la movilidad como derecho de tercera generación? y tal. ¿Será, quizá, porque los usuarios del servicio de cercanías son, en general, gente modesta y a los viajeros del TAV, en cambio, se les presume otro estatus? El TAV es una infraestructura tan depredadora del medio ambiente como de los recursos públicos. Pero es evidente que cuenta con sus partidarios, que son los que promueven la declaración institucional en Donostia. Vale, pero van listos si creen que nos vamos a tragar la bola de que lo hacen en defensa del derecho de todo ciudadano a la movilidad. EGUZKI 2011ko uztailean http://eguzkidonostia.blogspot.com