Albistea

  • 2012-08-10
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    A la vista de la parada de una central similar a Garoña, Eguzki acusa a las empresas propietarias de Garoña, Iberdrola y Endesa, al CSN y al Gobierno español de primar los beneficios económicos sobre la seguridad de las personas y el medio ambiente.

    Ante un riesgo real en un reactor, de la central nuclear de Doel (norte de Bélgica) para analizar las “numerosas anomalías” detectadas en su vasija, se avanza que parará hasta septiembre y entre tanto, lo estudiarán los consejos de seguridad, lo que evidencia el riesgo innato de la energía nuclear, la falta de materiales resistentes y seguros en una energía peligrosa, y los riesgos a los que se somete la población de muchas centrales nucleares, especialmente las viejas e inseguras como Garoña. Se ha comunicado que Técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) acudirán el próximo 16 de agosto, en Bruselas, junto con otros países europeos y Estados Unidos, a una reunión convocada por el regulador atómico belga, tras haber decidido parar el reactor de la central nuclear de Doel para analizar las “numerosas anomalías” detectadas en su vasija, es decir el hallazgo de una fisura en la vasija. Doel 3, con una potencia de 1006 MWe, fue puesto en marcha en 1982. Es uno de los siete reactores explotados en Bélgica por Electrabel, filial de GDF-Suez, se detuvo tras controles de rutina, que pusieron en evidencia “potenciales fisuras” en su cuba. La autoridad nuclear belga no excluye parar definitivamente dos reactores, ya se observa que los captores ultrasónicos detectaron en la cuba la presencia de numerosas indicaciones que podrían asimilarse a potenciales fisuras”. La agencia indicó que sólo autorizará la reapertura de Doel 3, situado a unos 25 km de Anvers (norte), “si se presentan argumentos convincentes”. Por todo ello, desde Eguzki tenemos que destacar una vez más que no hay riesgo “0” cuando se habla de energía nuclear. Los materiales con los que se construyeron las vasijas de los reactores son de la marca holandesa Rotterdam Droogdok Maatschappij, con la que están fabricados reactores de una veintena de países de instalaciones similares (del tipo BWR, es decir mediante agua a presión, incluidas de las centrales nucleares de Garoña (Burgos) y Cofrentes (Valencia). Según el CSN tanto Cofrentes como Garoña no detectaron ninguna indicación cuando se realizó la misma prueba en sus reactores, pero, a la vez, el propio CSN pone en preaviso a Cofrentes tras el cierre de una nuclear en Bélgica, lo que por antigüedad y similitud supone reconocimiento para Garoña de su situación de preaviso, alerta y gravedad de riesgo de fisuras y por lo tanto de accidente. Además, la fiabilidad de las pruebas del CSN y de la energía nuclear es tan cuestionable como la tranquilidad que nos dan los accidentes de Fukushima, Chernobil y otros. Eguzki, a la vista de la parada de una central con fabricación similar a Garoña, acusa a las empresas propietarias de Garoña, Iberdrola y Endesa, al CSN y al Gobierno español de primar los beneficios económicos de las dos empresas propietarias de la central sobre la seguridad de las personas y el medio ambiente. Asimismo, debemos denunciar que el gobierno de Rajoy y sus aláteres locales (De Andres y Maroto) son co-responsables del funcionamiento, y de los riesgos que entraña la prórroga, dados los problemas que arrastra la central conocida como la de las mil grietas”, “. La prolongación de la vida de la central de Garoña, una central con más de 40 años de vida, pone cada vez más en jaque la seguridad de más de un millón de personas de su entorno. Esta central nuclear, además del peligro que esta forma de producción entraña, tiene algunos elementos de sangrante preocupación y temor: las grietas del barrilete, de las barras de penetración, de los manguitos; los problemas de corrosión intragranular, en las tuberías del circuito de refrigeración… Todas ellas sumadas son un agravante de su ya superada fecha de caducidad. No hay ?infalibilidad? de las nucleares como ha sido rebatido con los hechos, dramáticos en la historia de los denominados accidentes nucleares de Three Mile Island; Chernobyl; Fukushima-Daiichi, y Marcoule. Estos hechos deberían ser un aviso para aplicar el principio de precaución y seguridad. Tanto Fukushima-1 como Garoña tienen unos reactores con un pésimo sistema de contención y por ello podemos calificar a Garoña como un peligro de primer orden, sin medidas de prevención, evacuación, ni contención en caso de accidente nuclear, indeseable pero posible según la experiencia y sus características. Para Eguzki, Garoña es una planta nuclear que debería haber estado cerrada hace mucho tiempo por vieja, por peligrosa, por innecesaria, por estar amortizada, porque lo demanda la sociedad, no admitiendo imposiciones al respecto. No hay criterios económicos, ecológicos ni democráticos que avalen el funcionamiento la energía nuclear. Por lo tanto, es la sociedad vasca la que exige al Gobierno Español que atienda a la demanda netamente mayoritaria cierre Garoña de forma inmediata. NUKLEARRIK EZ!! GAROÑA ITXI ORAIN !!! EGUZKI Talde Ekologista Gasteiz, 10 de agosto de 2012ko abuztuaren 10ean


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