Eguzki solicita una ampliación de plazo para realizar alegaciones

Iturria/Fuente: El Correo

Iturria/Fuente: El Correo

La empresa papelera PAPRESA, en el corto periodo que va de 2018 a 2022, tramitó 3 solicitudes de modificación de sus instalaciones con la administración competente. Al hacerlo de esta manera y no como una modificación general, se podría interpretar como un intento de burlar la legislación al hacerlo de forma fraccionada para evitar una tramitación más rigurosa desde el punto de vista medioambiental y para la salud de las personas. Hay que recordar que esta empresa realiza una actividad potencialmente contaminante, que se encuentra en pleno centro urbano de Errenteria, que las quejas sobre las afecciones que genera tanto medioambientalmente como para la salud del vecindario son continuas y que, con los últimos cambios realizados, lejos de disminuir, han aumentado.

Por si no fuera suficiente, en 2023 la empresa inicia una nueva tramitación de modificación en sus instalaciones, esta vez sujeta al procedimiento más exigente. Esto le obliga a elaborar una evaluación de impacto ambiental (EIA) y permite la participación en el expediente de asociaciones y particulares.

Si bien el procedimiento al que está sujeta esta modificación es una obligación legal que PAPRESA no puede eludir, no podemos más que denunciar públicamente que desde la Dirección de Calidad Ambiental y Economía Circular del Gobierno Vasco se haya establecido solo un plazo de 30 días hábiles para presentar alegaciones. En ese sentido, viendo la extensa documentación que conforma el expediente, la dificultad técnica de la misma y la época, pleno periodo vacacional (agosto-setiembre) para presentar alegaciones, le hemos transmitido a esta Dirección, nuestra disconformidad más absoluta con esa decisión y en consecuencia hemos solicitado una ampliación generosa del plazo para poder preparar adecuadamente las alegaciones.

Entendemos que si esta Dirección quiere que el objetivo de la participación pública, que es el fin que persigue la exposición pública y que en materia de medio ambiente es un objetivo prioritario sea mínimamente efectiva, debería de proceder a la ampliación del plazo establecido, si tiene en cuenta todo lo anteriormente mencionado, y sobre todo, la desproporción que supone que, con todos los medios humanos y materiales que dispone esa Dirección hayan sido necesarios más de 6 meses para adoptar la resolución y solo establezca el plazo de 1 mes para las alegaciones de entidades y particulares, con las evidentes carencias de medios humanos y materiales de que disponemos.

La biodiversidad pierde de nuevo, esta vez en Orbeldi

La Diputación desestima las alegaciones ecologistas y declara “de interés público” el plan del canal de aguas bravas

El edificio en ruinas de la vieja central de Orbeldi y la presa, que sigue en pie y constituye un importante obstáculo para la fauna.

El edificio en ruinas de la vieja central de Orbeldi y la presa, que sigue en pie y constituye un importante obstáculo para la fauna.

La Diputación ha desestimado las alegaciones presentadas por Eguzki, Anerreka Ingurumen Elkartea y Naturkon (coordinadora de los grupos ecologistas y naturalistas de Gipuzkoa) y ha decidido declarar “de interés público” el Plan Especial que posibilitará construir un canal de aguas bravas en el cauce del Oria, concretamente, en la antigua central hidroeléctrica de Orbeldi, en Usurbil.

Esto significa, entre otras cosas, que se mantendrá la actual presa, cuya demolición es una de las claves de la regeneración del Oria, por ser el primer obstáculo de envergadura con el que se encuentra la fauna piscícola (salmones, anguilas…) que remonta el cauce desde la desembocadura. De hecho, entre las actuaciones que la Diputación incluye en el Plan Director de Permeabilización de Obstáculos de Gipuzkoa (2020), puede leerse (1): “Cabe destacar la demolición del azud de Orbeldi, primer obstáculo desde la desembocadura”. Paradójicamente, la Diputación declara “de interés público” unas instalaciones que se basan en que se mantenga la presa, lo que, por cierto, deja muy tocada la credibilidad del citado Plan Director de Permeabilización de Obstáculos.

Claro que la Diputación no es la única que dice una cosa y hace la contraria. En el Plan de Acción del Paisaje del Río Oria en el Municipio de Usurbil (2016) puede leerse: “La propuesta de actuación consiste en la recuperación ambiental y paisajística del entorno de la presa de Orbeldi. Se plantea una restauración paisajística mediante la eliminación de la edificación abandonada, y el desmantelamiento de la presa que, en la actualidad, resulta un obstáculo para la ictiofauna, así como para el flujo natural del agua del Oria”. Ello no ha impedido que el Ayuntamiento de Usurbil haya otorgado la aprobación inicial al Plan Especial del canal de aguas bravas.

Un plano del proyecto. Fuente: PESNU.

Un plano del proyecto. Fuente: Plan Especial.

Y, por supuesto, el Gobierno Vasco también está por el canal. Al fin y al cabo, fue Bingen Zupiria quien en 2021 dio a conocer el proyecto e incluso adelantó algunos plazos. Además, pronto harán público el decreto para “profesionalizar” la pesca de la angula. ¿Para burlar la prohibición de la UE? No, por Dios, por el bien de la angula, claro. De hecho, mientras siguen permitiendo e impulsando su pesca, anunciarán nuevas medidas para “protegerla”, entre las que, por supuesto, no estará la demolición del principal obstáculo que impide su desplazamiento río arriba y abajo.

No, si cuando hay consenso institucional…

A ver, que el canal de aguas bravas de Orbeldi no es la central nuclear de Lemoiz, ¿eh?, ni la incineradora, ni tampoco el Guggenheim de Urdaibai. Pero está claro que la biodiversidad se sacrifica en aras de cualquier otro interés, absolutamente de cualquiera. Y, si alguien no lo remedia, eso es lo que va a pasar, también en Usurbil.

Eguzki

Usurbilgo Anerreka Ingurumen Elkartea

Naturkon (Gipuzkoako talde naturzale eta ekologisten koordinadora)

(1) La planificación hidrológica insiste en que, para recuperar los ecosistemas fluviales, no basta con eliminar los vertidos y garantizar así la calidad química y biológica de las aguas, sino que es preciso también demoler las presas y otros obstáculos en desuso que dificultan e incluso impiden totalmente el desplazamiento de las especies piscícolas, así como limitar las detracciones de caudales, que en muchos tramos dejan a los ríos completamente anoréxicos. La Diputación ha inventariado 784 de estos obstáculos en los ríos guipuzcoanos, de los que nada menos que tres cuartas partes están en desuso. Para afrontar esta situación, redactó y aprobó el Plan Director de Permeabilización de Obstáculos de Gipuzkoa 2020-2035, en el que prevé actuar sobre 228 obstáculos, la mitad de ellos, 114, en la cuenca del Oria. Y entre las actuaciones previstas, “cabe destacar –dice el propio Plan– la demolición del azud de Orbeldi, primer obstáculo desde la desembocadura”.