La Diputación de Gipuzkoa sigue llenado los bolsillos de los madereros con dinero público.
2017-06-20
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Aun siendo un presupuesto importante, teóricamente no nos debería extrañar. Al fin y al cabo en Gipuzkoa disponemos de 11 tipos de hábitats forestales que se encuentran amenazados y su vez protegidos por la legislación comunitaria. Según el último informe de evaluación de hábitats de interés comunitario remitido a la Comisión Europea, nuestros hayedos, robledales y demás bosques naturales se encuentran en mal estado de conservación ecológica.
No hay que olvidar que la normativa comunitaria obliga a la Administración competente (Diputación) a conservar y corregir las afecciones detectadas, y para 2020 la mitad de estos 11 tipos de bosques deben ser revertidos a una buena situación ecológica.
Nuestro extrañeza empieza cuando la Orden de subvenciones comienza a detallar: sólo se destinan 134.000 € en inversiones para el mantenimiento y mejora de los bosques naturales, es decir, menos del 5% de las ayudas de 2017. ¿Suficiente? O por encima de cumplir la ley, ¿La Diputación busca otros objetivos ocultos? Por ejemplo, ¿Premiar a las empresas del sector, el lobby maderero?
La distribución del arbolado en Gipuzkoa. Fuente: JJGG Gipuzkoa
Y la respuesta nos deja perplejos: la mitad de las subvenciones, es decir, 1.392.000 € se dirige a financiar la tala de pinos Insignis maduros de 40 o más años, derribando loa pinares de mayor biodiversidad. Es decir, además de beneficiarse los forestalistas de la venta de su madera, reciben incomprensiblemente como premio dinero público extra, ¡Siendo además libre la opción de repoblar con eucaliptos!
Y aquí está el escándalo de Diputación, pues subvenciona la venta en el mercado de la madera de pino privada, además de financiarles a los madereros todo el ciclo de su actividad: la plantación de los pinos, la instalación de cierres, la reposición de plantas, las limpiezas de maleza, el abonado o las podas durante 12 años. Parece que a la ciudadanía no le sale muy barata la madera de pino en el mercado, pues la pagamos a escote siete veces antes de su transformación en muebles o papel.
Las ayudas que debería destinarse a la recuperación de los maltratados bosques naturales de Gipuzkoa, se reconduce a los bolsillos de los madereros, blindando la política forestal intensiva secular de esta Diputación, y de los particulares y asociaciones que se alimentan en su pesebre. A esto llama la actual Diputación Foral de Gipuzkoa gobernada por el tándem PNV-PSE gestión sostenible del bosque, aunque sabe por descontado que en realidad están hablando de la explotación intensiva de plantaciones de pinos y de la destrucción del patrimonio natural de nuestros bosques.