Eguzki quiere denunciar que el servicio de cercanías de Renfe sigue sin integrarse en el sistema tarifario de la tarjeta Mugi, a pesar de las promesas, y sin que tampoco nadie aclare cuál es el escollo al parecer insalvable que lo impide.

Eguzki recuerda que la diputada de Movilidad, Marisol Garmendia, anunció en octubre del año pasado que Renfe se integraría en Mugi antes de fin de año. Todavía en noviembre, fuentes forales aseguraban que el acuerdo estaba “a punto de cerrarse”, que solo faltaba “la letra pequeña”, e insistían en que la cuestión estaría resuelta “este mismo año” (2017).

Sin embargo, cuando ya han pasado casi tres meses desde que entramos en 2018, Renfe sigue sin integrarse en Mugi. Si fuese el primer retraso, tira, pero este es un asunto que llevamos arrastrando desde que se creó la tarjeta, hace ya casi un lustro. Periódicamente se habla sobre él, se nos dice que las conversaciones están “muy avanzadas”, pero no cuál es la razón por la que no terminan de cuajar.

La línea de cercanías de Renfe Irun-Brinkola mueve anualmente 6 millones de viajeros. Su integración en el sistema tarifario de Mugi le permitiría incrementar estas cifras (Eusko Tren, Lurraldebus, los autobuses urbanos… todos los operadores adheridos a la tarjeta lo están haciendo), lo que reforzaría el transporte público, con la consiguiente mejora ambiental, y, sobre todo, prestaría un servicio más cómodo y barato a los usuarios.

EGUZKI, marzo de 2018