Eguzki, ante los incendios que proliferan estos días

Jaizkibelgo sutea.

Una imgen del incendio de Jaizkibel.

Estamos ante una nueva “oleada” de incendios que asola no solo Euskal Herria sino toda la cornisa cantábrica. Algunos pueden pensar que es consecuencia exclusiva de la meteorología de este seco mes de febrero, pero no, desgraciadamente, no son la escasez de precipitaciones ni el viento sur los desencadenantes de estos incendios. No hay ningún factor de casualidad, es simplemente que los que tienen intereses en utilizar esas zonas para su ganado-ganancia, aprovechan las circunstancias para quemar el monte. Aunque a veces “se les va la mano”.

Detrás de casi todos estos incendios que asolan Gipuzkoa, Nafarroa, Iparralde, Asturias, Cantabria… están siempre los mismos intereses. Los intereses de aquellos ganaderos que creen que el monte es suyo y solo suyo. Practicando una “tecnología neolítica”, pretenden obtener beneficios para sus rebaños, importándoles poco o casi nada el medio ambiente, la biodiversidad, el cambio climático y la salud de los ciudadanos.

Viene esto último a cuenta del incendio de Zabalegi, en la zona de Bedaio-Amezketa. Este incendio, producido con nocturnidad y alevosía, no solo busca beneficios personales a cuenta del bien público (generalmente los incendios “ocurren” en terrenos de titularidad pública y/o comunal), sino que, además de los daños ambientales y al erario público, generan daños y afecciones a la salud de los ciudadanos.

El incendio de Aralar, en una foto difundida por Gipuzkoako Basozainak.

El incendio de Aralar, en una foto difundida por Gipuzkoako Basozainak.

Nos explicamos, el incendio provocado en la madrugada del miércoles ha tenido su reflejo en la calidad del aire del Goierri y por tanto en la calidad de vida de sus ciudadanos. Las estaciones de medición de la calidad del aire de Tolosa y Beasain han recogido valores de partículas en suspensión de 157, unos valores que más que triplican el máximo admitido, que se establece en 50. Estos valores se han medido a las pocas horas de producirse el incendio. Una vez apagado el incendio, a las horas, los valores de contaminación por partículas han bajado considerablemente, aunque todavía están en amarillo, es decir, por encima del valor deseable.

En el momento de redactar esta nota, sigue sin controlar el incendio de Jaizkibel, con tres frentes separados, hecho que refuerza nuestra opinión y la necesidad de actuar, no solo con bomberos, para atajar estas prácticas.

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Más imágenes del incendio de Jaizkibel.

Más imágenes del incendio de Jaizkibel.

Ante estas situaciones, desde Eguzki queremos solicitar a las distintas administraciones las siguientes medidas:

A la Diputación de Gipuzkoa: que prohíba el pastoreo en aquellos terrenos públicos en los que se produzcan incendios que precisen de la actuación de los bomberos, como mínimo, durante los 5 años siguientes. Con la doble finalidad de dar oportunidad a la recuperación de los terrenos afectados e impedir que los incendiarios se aprovechen de sus actuaciones.

Al Gobierno Vasco: que intensifique y mejore los protocolos de investigación ante estos incendios. Son muy pocos los casos en los que se da con los autores y pocas también las dotaciones para investigar y evitar los delitos ambientales.

A los ayuntamientos y mancomunidades: que establezcan protocolos de actuación e información para la población para cuando se produzcan episodios de contaminación del aire. Sobre todo para aquellos que sobrepasen el umbral amarillo, es decir, a partir de 101 partículas.

EGUZKI