Los residuos de la fiesta de Santo Tomás en Azpeitia, motivo para la reflexión
2019-12-25
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Un grupo de voluntarios, en colaboración con Eguzki, se dedicó a recoger el sábado, de 5 a 7 de la mañana, los restos de la fiesta de Santo Tomás en Azpeitia. El resultado es este montón que puedes ver en las fotografías y que permaneció “expuesto” en la Plaza Pérez Arregi hasta Nochebuena. Y no es más que un resultado parcial, porque, dada la cantidad de residuos que había, los voluntarios tuvieron que limitarse a actuar en parte de la zona que tenían previsto originalmente abarcar.
Esta iniciativa tiene su inmediato antecedente en una similar que llevaron a cabo en Azkoitia el grupo de la parroquia y Eguzki el día 1, con ocasión de las fiestas de San Andrés. Puedes encontrar información e imágenes en este enlace:
El objetivo de estas iniciativas no es hacer competencia desleal a los operarios de la limpieza, lógicamente, sino poner en evidencia con qué irresponsabilidad actuamos y, sobre todo, qué diferencia hay entre lo que decimos y lo que hacemos. Como hemos señalado en más de una ocasión, nos escandalizamos cuando, por ejemplo –y solo es un ejemplo, porque en torno a este problema de los residuos se pueden hacer discursos desde muchos puntos de vista–, escuchamos que en el océano hay una concentración de plásticos tal que tiene ya las dimensiones de un continente o cuando vemos las imágenes de tal o cual playa tapizada literalmente de residuos. Pero parece que luego no somos capaces de relacionar eso con nuestra práctica cotidiana. De hecho, muchos de los plásticos arrojados al suelo en la fiesta de Santo Tomás de los últimos años, habrán acabado en el río y estarán ya en la mar o, más pronto que tarde, irán a parar a la mar. Porque lo que pasa en la mar, tiene su origen junto a nuestras casas, por ejemplo, en estas fiestas de fin de año.
El grupo de voluntarios azpeitiarras. Su objetivo no es ejercer de barrenderos aficionados, lógicamente, sino sensibilizar sobre el trecho que existe entre lo que decimos y lo que hacemos.
A este respecto, queremos destacar que, en vista de lo que sucede sobre todo en fiestas, el Ayuntamiento ha empezado a instalar unas rejillas al borde del Urola, con el fin de evitar en lo posible que los plásticos caigan al río. Y podemos estar contentos, porque esas rejillas cumplen su función, como muestra esta fotografía:
El Ayuntamiento ha instalado de momento 260 metros lineales de estas rejillas, pero el objetivo es llegar a los 850. A ello ha destinado un presupuesto de 20.000 euros. Así que va en serio. Cuando las instituciones hacen su parte, l@s ciudadan@ tenemos menos excusas para no cumplir con la nuestra.