Está claro que los problemas que Lasarte-Oria tiene planteados en materia de residuos son otros, pero el Ayuntamiento sigue empeñado con el referéndum sobre los contenedores soterrados.

El Ayuntamiento de Lasarte-Oria ha cobrado en agosto la tasa de basuras, ciento y pico euros. Hay quien se ha quejado en las redes sociales, por considerar la cantidad excesiva. ¿Lo es? Es opinable, pero no es opinable que, primero, año tras año sufre un incremento muy por encima del IPC y, segundo, que esta vez tampoco ha habido bonificaciones para quienes reciclan.
Vayamos por partes. Esta tabla permite comparar los incrementos que ha experimentado la tasa de basuras en los últimos años con los del IPC:
Los datos hablan por sí solos. En estos años, el incremento de la tasa de basuras ha sido muy, muy superior al del IPC e incluso ha llegado a quintuplicarlo. No hace falta ser muy perspicaz para relacionar esta subida con las necesidades de financiación de la incineradora.
Pero, con todo, lo peor de la tasa de basuras en Lasarte-Oria no es este incremento (espectacular, sin duda, en términos porcentuales), sino que, al no haber bonificaciones por reciclaje, pagan exactamente lo mismo quienes reciclan y quienes no lo hacen, lo que no solo es antiecológico, sino también socialmente injusto, porque implica que quienes responsablemente separan sus residuos están, además, financiando con su esfuerzo y su dinero a quienes no lo hacen. Dicho de otro modo: a través de la tarifa plana, el Ayuntamiento castiga a quienes reciclan y premia a quienes pasan de todo, obligándoles a los primeros a subvencionar el tratamiento de los residuos de los segundos.

Eso sí, el Ayuntamiento sigue diciendo que está a favor del reciclaje y tal, y para hacer como si hace pero sin hacer, agita ese absurdo referéndum sobre los contenedores soterrados que no va a ninguna parte y que, desde luego, no sirve para abordar ninguno de los problemas que Lasarte-Oria tiene planteados en el ámbito de los residuos.
En breve se iniciará en el Ayuntamiento el debate sobre las ordenanzas fiscales a aplicar en 2021. Una nueva ocasión para rectificar.

EGUZKI, septiembre de 2020