Joseba Alzuri, concejal de Medio Ambiente. Tras él, Gorka Alberdi, miembro de Eguzki, y Mari Karmen Arregi, alcaldesa de Aizarnazabal.

A mediados de enero, el Ayuntamiento de Aizarnazabal dio por finalizados los trabajos de reforma de las aceras y barandillas a ambos lados de la entrada al pueblo de la carretera GI-3031.

A las nuevas barandillas, en la parte inferior, se han añadido unas rejillas (chapas galvanizadas perforadas), con el objetivo de impedir que los residuos que vemos todos los días, en la mayoría de los casos arrojados al suelo sin ningún pudor, sean arrastrados por el viento al cauce del río y, en consecuencia, lleguen al mar, como envoltorios de plástico de cajetillas de tabaco, colillas, envoltorios de snacks, botes de refrescos, pañuelos de papel, etc.

Diríamos que las barandillas contiguas a los ríos y arroyos son puertas abiertas a los sistemas fluviales, desde donde llegan los residuos acumulándose en sus riberas contaminando su fauna y flora.

Lo que ha conseguido el Ayuntamiento colocando algo tan sencilla como unas rejillas es que, al igual que se colocan las barandillas para proteger a las personas,  convertir la barandilla también en un protector fluvial.

Nos parece de suma importancia este tipo de actuaciones, ya que, como hemos mencionado más arriba, evita el vertido de basuras, contribuyendo así a mejorar el estado del río y del mar. Y es que, de alguna manera, como tantas veces hemos dicho, el mar empieza en nuestras casas, aunque no vivamos precisamente en primera línea de playa.

Por lo cual, Eguzki aplaude la instalación de las medidas de prevención por parte del Ayuntamiento de Aizarnazabal.

EGUZKI, febrero de 2024