La agrupación ecologista Eguzki, pese a no haber recibido la memoria del proyecto del embalse de Araia, que la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental ha remitido a diversos grupos ecologistas, apunta que la obra “continúa en la línea de expansión urbanística y residencial, que sin ningún control se está dando en todo el territorio”.
Para Alberto Frías, portavoz de la agrupación, “no se puede hablar de impacto ambiental cuando se hacen numerosos proyectos industriales y urbanísticos en los que en ningún momento se tiene en consideración la cuantificación de recursos naturales de los que consta el entorno”. Según Frías, los proyectos de crecimiento demográfico que se impulsan no tienen en cuenta el mundo natural que los sostiene. Así, estas políticas no pueden conducir sino a la recuperación que dentro de unos años habrá que realizar en ríos y embalses tras tantos proyectos de expansión.
Para el portavoz, todas estas obras que tendrán lugar hacen caso omiso del Plan Territorial Parcial de Álava Central, que engloba a los territorios cercanos a la N-I, según el cual estos municipios seguirían un modelo de crecimiento de industrias suaves y limpias. “Las industrias que hay en la zona son altamente contaminantes, y si a esto unimos el hecho de que la necesidad de explotación de recursos conducirá a la creación de cada vez más presas e infraestructuraS, no parece que el crecimiento sea tan suave y limpio”, señalaba Frías.
Asimismo el portavoz ironizó sobre el hecho de que este tipo de proyectos se lleven a cabo en entornos apartados; “siempre se buscan lugares donde no haya mucha posibilidad de que la gente se queje y no haya riesgo de expropiaciones que creen la polémica”.
El grupo Eguzki ha afirmado que realizará un análisis concreto y exhaustivo del dossier tras el cual hará una valoración crítica y objetiva sobre datos concretos. Asimismo señaló que este proyecto, que viene de mucho tiempo atrás, es igualmente necesario para paliar los problemas de abastecimiento que se dan en el municipio de Araia.
Por otro lado, Andrés Illana, portavoz de la asociación Ekologistak Martxan, calificó de “simplona y pobre” la documentación enviada por el Ministerio. Aun así, Illana, indicó que en principo el proyecto no toca ningún tipo de parque natural ni ninguna zona ecologicamente peligrosa. Pese a todo, el miembro de Ekologistak Martxan se mostró sorprendido por la “repentina activación del proyecto, el cual está muy avanzado”, algo por lo que admitió estar “sorprendido”.
El grupo ha evitado hacer más valoraciones porque aún no han analizado el proyecto, pero asegura que remitirá un informe para que el Ministerio pueda tener en cuenta sus observaciones sobre el impacto ambiental del proyecto de la presa de Araia.
