Albistea

  • Nuevos modelos de microgeneración urbana: la minieólica

    2010-02-16
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    La energía miniéolica comenzará en los próximos años ha hacerse un hueco en nuestras ciudades y a hacerse familiar entre el usuario, uniéndose a la energía solar fotovoltaica como fuente de generación renovable en los propios lugares de consumo (viviendas, naves industriales, edificios públicos?)

    minieolica

    En este momento, la energía minieólica y la solar fotovoltaica son las dos fuentes de energía totalmente limpias que permiten a cualquier usuario, independientemente de ser particular, pequeña o mediana empresa, generar energía eléctrica para el autoconsumo o para la venta a la red eléctrica. De este modo la energía minieólica se suma al avance de la microgeneración limpia y eficiente iniciado por la energía solar fotovoltaica. Pero, ¿qué es la energíaminieólica? Se considera a aquellos aerogeneradores menores de 100 kW o a aquellos que tienen un área de rotor inferior a 200 m2. Actualmente no existe una legislación que la defina de forma contundente, pero en un futuro se espera que su avance fije una normativa que defina claramente cuál será el límite de esta tecnología para ser considerada como tal. Hasta ahora, la utilización de la energía miniéolica se orientaba únicamente al autoconsumo en lugares donde no llegaba la red eléctrica (huertos, corrales, caseríos…), pero en el último se han comenzado a comercializar en España dos nuevas alternativas legales y Navarra, ha sido la primera comunidad autónoma en ponerlo en marcha. La primera opción se vuelve a centrar en el autoconsumo, aunque, esta vez, en edificios donde ya existe red eléctrica, por ejemplo una vivienda o empresa que sí consume energía de la red eléctrica. En esta modalidad, la energía generada es consumida directamente por los aparatos que estén funcionando y evita que su propietario tenga que comprar esa energía a la compañía eléctrica. Por ejemplo, un aerogenerador convencional de potencia 1,75 kW, podría generar por encima del 50% de la energía eléctrica anual de un hogar medio. La otra aplicación, del mismo modo que lo hace actualmente la energía solar fotovoltaica, consistiría en vender la energía generada a la red eléctrica. Ésta es una modalidad innovadora y el Gobierno de Navarra ha sido el primero en España en poseer una instalación de este tipo en uno de sus edificios, a cargo de la, empresa navarra ALBA RENOVA. Las dos modalidades están pensadas para generar energía eléctrica en entornos urbanos o industriales y ser consumida en el mismo edificio en que se produce o en los de su entorno. De este modo se consigue una producción descentralizada que minimiza pérdidas de transporte, desahoga las redes y evita la proliferación de grandes centrales de generación eléctrica. Con los avances que estamos observando, no es de extrañar que la mayoría de propietarios de edificios generen su propia energía en un futuro próximo. Sirva de referencia el hecho de que la energía solar fovotoltaica competirá en precios con la energía convencional en un horizonte de 7 u 8 años y, probablemente será más rentable consumirla que venderla a la red en el futuro. Nuestros países vecinos (Portugal, Italia y Francia) ya cuentan con regulaciones específicas para la energía minieólica. Y los más avanzados, como Reino Unido, se han marcado como objetivo generar entre el 30% y 40% de la energía eléctrica del país mediante instalaciones de microgeneración distribuida en edificios, principalmente miniéolica y solar fotovoltaica mediante el programa “Low Carbon Buildings” (Edificios con Bajas emisiones de CO2) en 2050. En estos momentos, Gran Bretaña cuenta con unas 100.000 instalaciones de microgeneración y sus propietarios poseen Certificados Renovables , además de que aquellos que producen energía verde se benefician de incentivos fiscales. Sin embargo, en España, todavía no existe una normativa específica para la energía miniéolica que la diferencie de la gran eólica. Esto se debe a la presión ejercida oir las grandes compañías eléctricas, que convencieron al Gobierno en octubre para que frustrara el desarrollo de un Real Decreto para que pusiera en marcha un marco regulatorio atractivo para la miniéolica. Momentáneamente, se han cerrado algunas esperanzas, pero es difícil poner puertas al campo… y, mucho menos, al viento. La Directiva Europea 2009/28/CE obliga a España a generar un 20% de su energía primaria mediante fuentes renovables en el año 2020, generación utópica si seguimos con la política actual. En 2010 vamos a comenzar a incumplir dicha Directiva al no alcanzar el objetivo marcado del 12,1% para esa fecha (en 2008 iba por el 7,8%). La política energética improvisada de los últimos años llevada a cabo por el gobierno hace difícil que el sector renovable español sea más estable y permita que un mayor número de empresas nacionales crezcan de forma ordenada. Sin embargo, en junio de 2010 tendrá que estar listo el Plan de Energías Renovables 2011-2020 que desarrolle la directiva anterior y, al menos, dote de un plan claro para las energías renovables a 10 años vista. Las energias renovables siempre han tenido la indudable ventaja de la conservación del medio y la protección de la salud de las personas, pero ya vamos teniendo datos, también, de su importante aportación a la economía de nuestro país. Los datos de empleo y de balance económico cmienzan a ser muy interesantes. El último informe para España de la consultora Deloitte refleja que el sector de las Energías Renovables dio empleo a unas 120.000 personas en 2.008 y un ahorro de importaciones de combustibles fósiles por 2.725 millones de euros (10 millones de Toneladas Equivalentes de Petróleo). Según el mismo estudio las energías renovables en España han generado unos beneficios netos de alrededor de 619 millones de euros, incluyendo los beneficios generados al no emitir CO2 y las importaciones evitadas de combustibles fósiles. La conclusión que APPA (Asociación de Productores de Energías Renovables) extraía del informe es lo que todo el mundo ya conocía: “La contribución de las energías renovables a la economía española es claramente positiva”. Las instalaciones de microgeneración renovable ya bien sean a través de energía solar fotovoltaica o energía minieólica, producen beneficios para el conjunto del país mediante la producción descentralizada, su nulo impacto ambiental y genera recursos y trabajo en nuestro país. También, permite a sus propietarios obtener los beneficios económicos, ambientales y sociales propios de una pequeña instalación renovable. Aitor Rodríguez Centeno Profesor Asociado Universidad Pública de Navarra


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